El Colegio de Abogados de Capital Federal resolvió en su última reunión de Consejo Directivo que investigará la conducta del ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt, después de que esta semana saliera a la luz que tiene un plazo fijo de 200 mil dólares, lo que a su vez derivó en que se excusara en el expediente sobre la pesificación. En otra punta, el juez tiene fervientes defensores: el camarista en lo contencioso administrativo Bernardo Licht envió una carta a la Asociación de Magistrados, donde cuestionó tácitamente al presidente Eduardo Duhalde por decir que Fayt debió “haber renunciado hace rato” y aplaudió la actitud del ministro al apartarse. Dentro de la Corte siguen los tironeos por el planteo de Fayt y por el fallo que podría redolarizar los depósitos.
En la Corte hay un clima enrarecido. Todavía siguen circulando de despacho en despacho acusaciones cruzadas sobre la filtración del proyecto de Fayt para la devolución de depósitos. Aquél fue, en realidad, el primer episodio que alteró los nervios de ese ministro y lo puso en el centro de la escena ya la semana pasada. Fayt terminó diciendo que el Ministerio de Economía lo había entregado, mientras otras voces apuntaban al juez Adolfo Vázquez como quien lo habría acercado a esa cartera en primera instancia. Otras teorías, paralelamente, señalaban a Antonio Boggiano. Ayer Vázquez, molesto, desmintió de viva voz la parte que a él le tocaba.
A pesar de la hecatombe general, algunos ministros de la Corte parecen no perder las esperanzas de avanzar en un fallo redolarizador. El ministro Eduardo Moliné O’Connor repartió un nuevo proyecto que apunta en esa dirección, proponiendo que sean los jueces los que definan los plazos de restitución. La propuesta tendría apoyo de Julio Nazareno, Guillermo López y de Vázquez. Pero dado el paso al costado de Fayt no alcanzan los votos para la firma de una resolución. El problema es que tampoco hay mayoría de cinco para que el tribunal resuelva si acepta o rechaza la excusación de Fayt. El mismo grupo de cuatro jueces estaría dispuesto a rechazarla.
El martes próximo finalmente sortearían tres conjueces entre los presidentes de cámara para destrabar todo este entuerto. Aunque ayer algunos jueces siguieron insistiéndole a su par Enrique Petracchi para ver si da marcha atrás con su excusación en causas del corralito, dado que sólo la explicitó en un único expediente, parece que no lograron convencerlo.
En cuanto a Fayt, además de los frentes que se le abrieron en la Cámara de Diputados, donde tiene nuevos pedidos de juicio político, el Colegio de Abogados dedicó buena parte de su reunión general a discutir un posible pronunciamiento sobre su actitud de haber mantenido oculto su plazo fijo en el Banco Nación y no haberse excusado en el fallo “Smith”. Los consejeros resolvieron poner el tema a estudio de la Comisión de Juicio Político de la entidad que nuclea a los letrados porteños. Después, con un dictamen de por medio, verán cómo proceder.
Licht, el camarista que directamente salió a respaldar a Fayt, sostuvo en evidente alusión a las declaraciones de Duhalde del jueves: “No puedo permanecer indiferente frente a algunos cuestionamientos formulados acerca de la persona del aludido magistrado desde que aquéllos no sólo revisten entidad para afligir sus nobles sentimientos sino que devienen susceptibles de proyectarse sobre las bases mismas de una auténtica concepción republicana”. Evaluó la decisión de Fayt de excusarse ahora como “un ejemplo de rectitud, de valores en su máxima expresión, honestidad intelectual y erudición jurídica”.