EL PAíS › LOS CONTACTOS DEL COBISMO CON OTRAS FUERZAS DE CARA A 2011
“Con la UCR sola no alcanza”, admiten los operadores del vicepresidente. Los cobistas analizan cómo replantear el Acuerdo Cívico y Social ante las diferencias con Carrió y también piensan en un acuerdo con De Narváez.
› Por Sebastian Abrevaya
Con la suspensión del viaje de Cristina Fernández a China y el protagonismo opositor en la controversia por el Banco Central, el vicepresidente Julio Cobos puso prematuramente en el centro del ring a su principal capital político: su buena imagen pública. Una vez en el cuadrilátero, el kirchnerismo le asestó la embestida más fuerte desde que está en el cargo, a la que además se sumaron algunos enemigos declarados, como la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, pero también nuevos adversarios como Mauricio Macri y Fernando Solanas. En ese contexto, el vice sintió el golpe, tuvo que salir varias veces a replicar las críticas y hasta les reprochó a sus correligionarios de la UCR que no lo hayan bancado desde un primer momento. “Con la UCR sola no alcanza”, admite a Página/12 uno de los estrategas más altos del cobismo, que piensa en 2011 con un ojo puesto en el PJ disidente.
Mañana Cobos tendrá un nuevo escenario de protagonismo cuando presida la comisión de consulta sobre la remoción del presidente del Banco Central, Martín Redrado (ver página 4). Será un anticipo de lo que le espera al titular del Senado este año, ya que con la virtual deserción de los dos legisladores pampeanos del Frente para la Victoria, oficialismo y oposición estarán casi en situación de empate. Aunque los hombres más cercanos a Cobos se inclinan por acompañar la expulsión de Redrado, siguiendo la postura del kirchnerismo, no faltarán voces opositoras que lo criticarán. La necesidad de posicionarse de cara a la interna abierta de agosto de 2011 sugiere que una situación de esas características se repetirá en cada oportunidad en la que el vice tome una decisión: recibirá cuestionamientos del Gobierno, de sus competidores de la oposición o de ambos.
En el entorno más cercano a Cobos comenzaron a preocuparse por esta situación y, aunque consideran una obviedad que “nadie va a regalarle ser el líder de la oposición”, reconocen que “no va a ser tan fácil” el proceso que culminará en su candidatura. Descuentan que es necesario “reeditar” el Acuerdo Cívico y Social, ya que Elisa Carrió no será parte de un mismo proyecto con el vice. Entonces, el principal objetivo para garantizar el encolumnamiento del radicalismo y que partidos provinciales también se sumen a su movida es que Cobos se mantenga en la cima de las encuestas.
Los coqueteos entre Fernando “Pino” Solanas, el gobernador socialista Hermes Binner y el cordobés Luis Juez para armar “una tercera vía” no les quitan el sueño a los radicales orgánicos ni a los cobistas. Advierten que, si no hay acuerdo en el orden nacional entre la UCR y el PS, romperán el Frente Progresista que actualmente gobierna Santa Fe y llevarán de candidato a gobernador al intendente de la capital provincial, Mario Barletta. Con el frente dividido, se reducen considerablemente las chances de superar al PJ santafesino.
“Con la UCR y el socialismo como estructura alcanza”, dice uno de los analistas más finos del cobismo, que apunta a capturar después los votos independientes. Pero descartada la posibilidad de que el socialismo se corte solo, la principal preocupación del vicepresidente sigue siendo la provincia de Buenos Aires, donde el Acuerdo Cívico y Social no tiene ningún candidato competitivo frente a las dos variantes del PJ. Quien más se arrima es el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Alfonsín, pero su tercer lugar en la última elección no consigue darles certezas a los operadores del vice. Es por eso que la mayoría de la dirigencia mendocina que acompaña a Cobos desde su tiempo de gobernador insiste en que es necesaria una alianza estratégica con Francisco de Narváez.
“Tiene que haber peronistas, no justicialistas”, sintetiza Juan Carlos Jaliff, el titular de Consenso Federal, el sello que mantienen los cobistas en caso de no poder llevar a la UCR a un acuerdo con el PJ disidente. Pero incluso algunos dirigentes del cobismo bonaerense manifiestan su resistencia a una alianza con el empresario colombiano. De todas maneras, los elogios que permanentemente se regalan De Narváez y Cobos despiertan desconfianza en sectores del radicalismo, especialmente en aquellos que resistieron la participación del vice en la Concertación Plural. Por ahora habrá que esperar el devenir de la candidatura presidencial del PJ disidente para la concreción de un acuerdo eventual entre el diputado del Peronismo Federal y el vicepresidente.
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