EL PAíS › CRISTINA FERNANDEZ LLEVA EL CASO MALVINAS A LA CUMBRE DEL GRUPO RIO
El reclamo por el avance de Gran Bretaña sobre las islas es el tema prioritario en la agenda de la Presidenta. Busca el apoyo de los mandatarios de América latina y el Caribe.
La Presidenta llegará hoy a México para participar en la cumbre del Grupo Río que se reunirá en Playa del Carmen, en el sur de ese país. La mandataria llevará como prioridad absoluta a ese foro diplomático obtener el apoyo de los presidentes de América Latina y el Caribe al reclamo por el avance de la exploración de hidrocarburos que Londres está llevando adelante de forma unilateral. El canciller Jorge Taiana, quien desde el jueves se encuentra en México participando de las rondas previas, comenzó a preparar el clima durante el plenario de cancilleres que participan de la cumbre.
Uno de los argumentos que CFK planteará cuando comience el foro de presidentes tiene que ver con el rol de Gran Bretaña como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. A pesar de integrar esa mesa selecta con capacidad para vetar decisiones de la Asamblea General, el Reino Unido ha venido incumpliendo las resoluciones del Comité de Descolonización de la ONU que exigen a las dos partes envueltas en el conflicto no tomar medidas unilaterales que involucren a la zona del litigio. Londres no ha hecho otra cosa que avanzar unilateralmente en la exploración del mar alrededor de las Malvinas, sobre la plataforma continental. La reciente llegada a la zona de la plataforma petrolera Ocean Guard –que esta semana se instaló al norte de las islas– es otra muestra descarnada del incumplimiento británico de las resoluciones de la ONU.
La Presidenta llegará a México hoy a las 9 de la mañana (hora local) en el Tango 01 y acompañada por una delegación que incluirá a la ex diputada Patricia Vaca Narvaja, designada embajadora ante el país azteca. La labor de Taiana en los días previos, en los que se preparó el debate de los mandatarios, logró garantizar que en la agenda de la cumbre tenga un lugar importante la discusión sobre la exploración y explotación de los recursos energéticos del Atlántico Sur. “Gran Bretaña debe sentarse a dialogar sobre la soberanía de las islas Malvinas para superar esta anacrónica situación colonial”, declaró Taiana tras reunirse con sus pares y enfatizó que “Argentina va dialogar diplomática y pacíficamente”.
Además del conflicto por la soberanía de las Malvinas, en este foro de presidentes de América latina y el Caribe se debatirá sobre el reciente desastre humanitario en Haití; la situación política e institucional de Honduras tras las últimas elecciones; el bloqueo comercial de Estados Unidos contra Cuba, que ya lleva varias décadas.
Como en cada foro continental que reúne a toda América latina sin la presencia de Estados Unidos, en esta cumbre volverán a ejercer su influencia los dos grandes colosos de la diplomacia latinoamericana: Brasil, por supuesto, y México, que verá incrementado su protagonismo por su rol de anfitrión. De hecho, fue por iniciativa de brasileños y mexicanos que se decidió unificar dos eventos diplomáticos que podrían haber funcionado en paralelo o en fechas distintas: la cumbre del Grupo Río y la II cumbre de América latina, y el Caribe sobre integración y desarrollo. La idea que subyace detrás de esa unificación es avanzar en el fortalecimiento de los lazos entre Sudamérica, donde Brasil se sabe el actor más fuerte, y el Caribe, una zona en la que México supo ejercer su influencia a través de una diplomacia que en su momento –viejos gustos que se daba el PRI– no titubeaba a la hora de contradecir ciertas políticas de big stick (gran garrote) estadounidense.
Para la Argentina, la prioridad de la cumbre es obtener un apoyo unánime a los derechos sobre Malvinas y sumar la mayor cantidad de voces condenatorias a la teoría del “hecho consumado” con la que se están manejando los británicos. Hoy mismo, cuando CFK ya se encuentre en el territorio que supo albergar a la fantástica civilización maya, los británicos pondrán en funcionamiento la plataforma Ocean Guardian. Contratada por la empresa Desire Petroleum, esa plataforma comenzará sus tareas de exploración y perforación en una de las áreas licitadas por los kelpers con el aval de la autoridad británica: la zona conocida como Liz, al norte de las islas.
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