“Desde hace cuatro años no me tomaba vacaciones”, se ataja María José Lubertino antes de explicar que aprovechó el paréntesis entre que dejó la dirección del Inadi y asumió como legisladora porteña para recorrer Egipto, Líbano y Siria. De regreso en Buenos Aires, plantea que, entre todas las cosas objetables a la administración Macri, “lo más violento es vivir en una ciudad con tanta inequidad”, y se lamenta que se esté desperdiciando “una oportunidad única” de crear una policía democrática.

–Usted lleva años trabajando en temas relacionados con la ciudad de Buenos Aires, ¿hubo algo que la haya sorprendido cuando asumió su banca?

–Yo en el Inadi recibía ya denuncias de discriminación en la ciudad que eran absolutamente reversibles y evitables, producto de una decisión política estructural. Macri nunca prometió un gobierno progresista, sí prometió un gobierno eficiente, que las cosas básicas iban a funcionar. Y eso no está sucediendo. En el manual del buen muchacho de derecha no está que los sumideros se tapen con la basura, que no se pueda circular por la ciudad, que se caigan las escuelas y los hospitales. Tenemos el gobierno más ineficiente del que yo tenga memoria, aun en la época de no autonomía de la ciudad.

–¿Cómo cree que se vuelve a conquistar al electorado porteño, luego del viraje a la derecha de los últimos años?

–Hay que construir un frente amplio contra la derecha. Me parece que hay muchas cosas declamativas que hemos dicho de distintos espacios, pero que en la práctica han impedido una propuesta creíble alternativa a esta seudomodernización de la derecha en la ciudad. Hay una manera de gobernar de la derecha y hay una manera de gobernar de la izquierda. No es lo mismo gestionar de manera participativa que hacerlo de manera cerrada y autoritaria. Un gobierno verdaderamente progresista es el que puede ir a fondo con las decisiones participativas. Que se haya largado la Policía Metropolitana (PM) sin que haya comunas y que Macri haya vetado los foros de control ciudadano a la PM es un tema grave. La PM se pensó en el marco de un sistema que tenía como base las comunas.

–Usted plantea unir todo el arco progresista para vencer a la derecha, sin embargo, mirando lo que sucede en el Congreso nacional, esto parece utópico. ¿Por qué cree que en la Ciudad las cosas van a ser distintas?

–Entiendo que hay cuestiones que no se pueden destrabar sin entender que hay un marco nacional o latinoamericano. Pero estoy absolutamente convencida de que si no podemos revertir la situación en el ámbito en el que vivimos, mal podemos contribuir a reforzar una visión en el ámbito nacional. Entiendo a quienes dicen que no hay proyecto local sin un proyecto nacional. Pero también digo, pensar globalmente y actuar localmente. Las cosas no se cambian solas desde el marco, se cambian desde cada territorio y desde cada lugar.

–Desde que se redactó la Constitución de la ciudad usted propuso una fuerza de seguridad local. ¿Cómo ve el lanzamiento de la Metropolitana?

–Es una preocupación muy extendida en la comunidad el tema de la seguridad, y la oportunidad de empezar con una fuerza nueva es única. Pero nace maniatada por esta decisión de poner al frente de la fuerza a personajes tan siniestros. Esto nos remite a historias que creíamos olvidadas, aun en la derecha.

–Hay muchas críticas que se le hacen a la administración Macri, ¿cuál considera que es el asunto a corregir más urgente?

–Lo más violento es vivir en una ciudad con tanta inequidad, que se vuelve obscena cuando hay una dinámica de la ciudad como botín. Esto es lo que vemos en la gestión de Macri. No solamente no construyen viviendas, teniéndolo previsto en el presupuesto, para destinar ese dinero a la cosmética de otras zonas, sino porque además construir viviendas implica afectar tierras fiscales para luego ser entregadas a personas humildes, cuando ellos saben que pueden hacer caja vendiendo esas tierras fiscales, a otro valor inmobiliario, para otro tipo de emprendimientos. Hay una visión rentística e inmobiliaria de la ciudad.

Informe: Nicolás Lantos.