El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó lo adelantado ayer por Página/12: el gobierno que encabeza Mauricio Macri analiza una “reforma impositiva” que podría involucrar aumentos de algunos tributos, como el ABL. La declaración generó un fuerte rechazo en los bloques opositores de la Legislatura porteña, que ratificaron la posición expresada en la reunión que mantuvieron con Macri: no convalidarán una reforma tributaria regresiva.

Rodríguez Larreta afirmó que Macri les pidió a los diputados porteños la conformación en la Legislatura de una comisión para analizar una impositiva en la ciudad, aunque no dio precisiones acerca de las características que tendrían esas modificaciones: si bien no habló de aumentos de impuestos, tampoco los descartó.

“Si vamos a hablar de reforma financiera para aumentar la recaudación, también tenemos que discutir cómo se gasta”, dijo a Página/12 el diputado Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires). “La ciudad incrementó la recaudación, entre 2007 y 2009, en un 91 por ciento, y el gasto aumentó el 63 por ciento. Pero mientras el pago a las empresas recolectoras de residuos aumentó el 83 por ciento, la inversión en infraestructura escolar subió solo el 4 por ciento, el mantenimiento de la red pluvial bajó un 8 por ciento y la publicidad oficial aumentó un 126 por ciento.”

En un encuentro que mantuvieron el jueves, Macri sugirió a los legisladores de la oposición la necesidad de aumentar la recaudación en un 30 por ciento. El diputado Martín Hourest (Igualdad Social) respondió con la propuesta de gravar las operaciones de compra y venta de acciones y las herencias. No tuvo respuesta.

Tampoco se manifestaron sobre los alcances de la reforma tributaria los más encumbrados legisladores del PRO: tanto el jefe del bloque, Christian Ritondo, como el titular de la Comisión de Presupuesto, Alvaro González, se limitaron a expresar a través de un comunicado que “primero se debe conformar la Comisión de Reforma Tributaria, la integración e sus miembros y la elección de sus autoridades, para luego abocarse al tratamiento específico de todos los ingresos tributarios que tiene la ciudad”. Ambos aclararon que las reformas se adoptarán “por consenso”.

“Macri no puede cargar sobre los vecinos su mala administración mientras recauda mucho más de los previsto”, replicó el legislador Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica. “En enero, ingresaron más de un 15 por ciento de recursos que el mismo mes del año pasado”, dijo el diputado, quien le reprochó al jefe de Gobierno “pretender que sea el vecino el que pague su impericia en el manejo de las finanzas”.

En la oposición reconocen que el valor del ABL es bajo, pero no están dispuestos a pagar el costo de avalar un aumento sin revisar las prioridades del gasto. Martín Hourest planteó, en ese sentido, la posibilidad de desdoblar el actual ABL en dos tributos: una tasa por el servicio de alumbrado, barrido y limpieza y un impuesto inmobiliario, que sería mayor para las propiedades de más valor.

Tras la reunión con Macri, los titulares de seis bloques opositores firmaron una declaración conjunta en la que declararon que no aceptarán una reforma tributaria regresiva. Otros cinco bloques directamente no concurrieron a la reunión.