Sin pasaje de avión garantizado, los intendentes del conurbano están buscando el modo de llegar como sea al Chaco para la reasunción de Néstor Kirchner como presidente del PJ. Los avances de la oposición en el Congreso consiguieron lo que no sucede siempre: reagrupar a los jefes alineados con aquellos que discretamente intentan tomar distancia del kirchnerismo. Mañana viajarán a Chaco; varios publicarán una solicitada de apoyo en línea con el comunicado de la semana pasada de la FAM y se preparan para movilizar al estadio de Ferro para el acto del jueves.

“Estuve intentando conseguir un pasaje todo el día porque no hay muchos vuelos al Chaco”, dice un intendente del sur del conurbano bonaerense, no siempre alineado a los Kirchner, convencido, en este caso, de que no se le pasa por la cabeza no viajar. “Es muy delicada la situación –explica–, están pasando un montón de cosas y frente a ese contexto de máxima responsabilidad por lo menos de mi parte, digo que tenemos que apoyar al gobierno nacional y provincial.”

Más temprano, desde la fragmentada primera sección electoral, Hugo Curto dijo algo parecido. “Estamos en estado de alerta y movilización”, disparó el jefe político de Tres de Febrero. “Tenemos que defender la democracia y al gobierno constitucional, es una irresponsabilidad lo que está haciendo la oposición, tratamos de acompañar las leyes para superar el problema de los DNU: ¡hubieran propuesto un proyecto de ley alternativo si no estaban de acuerdo!”.

Curto es parte de esos viejos caciques del PJ que, desde adentro de la primera sección, saben que pueden perder sus territorios en manos de Francisco de Narváez, que ganó varios distritos en las últimas elecciones, entre ellos Tres de Febrero. Pese a que hubo meses de fricciones con los K, Curto empezó a mostrarse nuevamente cercano. El día de la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso aplaudió el discurso de CFK sentado al lado del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en un palco del primer piso. Algunos lo interpretaron como una señal de acercamiento de los jefes territoriales de esa generación.

“Estamos sin movilizar todavía pero porque movilizar no es salir a la calle –responde Curto a Pági-nai12–, es estar también alertas intercambiando palabras, llamados y escritos en los que de alguna manera fijamos posiciones.”

Como producto de ese estado de movilización, pueden leerse varios movimientos. Por un lado, Curto sacará una solicitada acompañado por una mayoría de intendentes. Por otro lado, en la primera sección, en el sur del conurbano, donde el kirchnerismo cuenta como propios a 17 de los 19 intendentes, los jefes distritales empezaron a reunirse dos veces por semana. Entre ellos se gestó el grupo que intenta impulsar la formación del movimiento transversal de centroizquierda por fuera de la estructura del PJ acompañados por el Frente Grande y el Partido Intransigente. Allí están Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes), Mario Secco (Ensenada), Graciela Rosso (Luján) y Aldo San Pedro (Bragado), que también movilizarán el jueves al estadio de Ferro.

Una de las apuestas al parecer es la de ir por todos. Algo de eso mostró el documento que firmaron la semana pasada los 40 intendentes que convocó la FAM. Era un comunicado de apoyo al Gobierno, pero lo llamativo fue que aparecieron firmando dos no alineados: Pablo Bruera (La Plata) y Cristian Breitenstein (Bahía Blanca). “Lo que se busca es contener a todos dentro del espacio, controlarlos aunque estén en espacios distintos”, dice, ya tranquilo, ese intendente que buscaba su pasaje a Chaco, y acaba de conseguirlo.