El diplomático iraní Moshen Rabbani, sobre quien pesa un pedido de captura internacional de la Justicia argentina como autor intelectual del atentado contra la AMIA, aseguró que Irán “no tiene nada que ver” con el ataque, calificó la acusación como “una gran mentira” armada por “sectores sionistas” argentinos, y advirtió que “hay muchos negocios detrás” de la investigación. Formuló sus declaraciones ayer, durante una entrevista con el dirigente piquetero Luis D’Elía, quien consideró que Rabbani fue “demonizado” por los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel. Pese a que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó el lunes que la opinión de D’Elía no era representativa del Gobierno, una funcionaria de la Cancillería de Israel le pidió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que “ponga fin al comportamiento” del piquetero.

Rabbani fue acusado por el fiscal Alberto Nisman y por el juez Rodolfo Canicoba Corral como posible autor intelectual del atentado en el que murieron 85 personas. Los magistrados solicitaron su extradición a Irán y su captura internacional a Interpol. Las máximas autoridades de Interpol recibirán hoy en Lyon, Francia, a sendas delegaciones de argentinos e iraníes para tratar los pedidos de detenciones y la posibilidad de realizar el juicio en un tercer país.

“El tema de la AMIA es muy complicado, muy complejo, hay muchos negocios atrás. Se inventan noticias contra Irán, un país que había ayudado a la Argentina en temas como el de las islas Malvinas”, dijo el ex agregado cultural de la embajada iraní durante la entrevista con D’Elía en Radio Cooperativa, que antes lo había visitado en Irán. “Irán no tiene nada que ver con este tema”, agregó Rabbani en referencia al atentado. “Siempre fuimos víctimas. Tuvimos atentados nosotros. La religión no nos permite matar a nadie”, afirmó, e invitó a los argentinos a visitar Irán para que “vean cómo es la realidad y cambien su opinión”. Por último desmintió estar prófugo y, en referencia a Nisman y Canicoba Corral, sugirió que “arman mentiras”. Interrogado por D’Elía sobre la posibilidad de que el juicio se lleve a cabo en un tercer país, Rabbani dijo no saber “nada de eso”.

“Para mí, Rabbani no tiene nada que ver con el caso” de la voladura a la AMIA, sostuvo a su turno D’Elía, quien lo definió como “un buen tipo, un religioso y un hombre de paz”. “¿Qué tienen que hacer la CIA y el Mossad en un expediente de la Justicia argentina?”, se preguntó D’Elía entrevistado por Radio Mitre, antes de manifestar que los responsables del atentado “se tienen que pudrir en la cárcel”.

“Que D’Elía vaya o no a Irán es una cuestión de D’Elía. Lo que tiene que quedar claro es que D’Elía no integra este gobierno ni fija las posiciones del gobierno”, había aclarado Randazzo el lunes. Consultado por la visita del piquetero a Irán, ese mismo día, el embajador israelí en la Argentina, Daniel Gazit, explicó que no puede “interferir en los asuntos internos”. “Es algo sobre lo que los argentinos tienen que sacar sus propias conclusiones”, dijo Gazit, quien señaló que “el gobierno argentino hace todo lo que puede para aclarar los atentados” de la embajada y la mutual judía. Sin embargo, ayer, a través de la directora general de su Cancillería para América Latina y el Caribe, Dorit Shavit, Israel le pidió a la presidenta argentina que “ponga un fin al comportamiento” de D’Elía, y que interceda para “detener estos encuentros y esta amistad entre un político argentino y un criminal”.

La toma de posición de D’Elía generó rechazo en la comunidad judía. Sergio Burstein, representante de Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado a la AMIA, calificó de “miseria humana” la actitud de D’Elía y sostuvo que “es la primera magistrada quien debe salir al cruce y decir de una vez por todas qué es lo que está haciendo D’Elía, que permanente y sistemáticamente está ofendiendo, faltando el respeto y revolviendo una herida aún abierta” para la comunidad judía. “Ayer dije que quizá necesitamos una caricia de la Presidenta, necesitamos la palabra de la Presidenta”, enfatizó y dijo no poder creer que el piquetero sea “la voz de las cosas que no puede decir el Gobierno”, como sugirió haber escuchado de fuentes que no identificó. “Más allá de que D’Elía pertenezca o no al Gobierno, nadie puede ignorar su cercanía”, insistió.

El presidente de AMIA, Guillermo Borger, sostuvo que D’Elía se expresa “desde la ignorancia”. “Molesta y es ofensivo, más allá de defender o hablar amistosamente de una persona que es prófuga de la Justicia”, declaró. Para Borger, “además de ofensivas y provocativas, las declaraciones de este hombre son absolutamente contradictorias. Por la forma que tiene de hablar, intenta comprometer y pegarse al ex gobierno (sic). Es absolutamente contradictorio. Quiero entender que está hablando absolutamente por él”.