Los radicales trataron de darle el mejor cierre posible a una semana que no fue buena para ellos ni para el resto de los opositores. “Estrechamos filas y decidimos mirar para adelante”, sintetizó uno de los máximos dirigentes de la UCR en alusión a la reunión del Comité Federal del partido que se realizó ayer en Córdoba. De ese encuentro surgió una declaración de apoyo a la actuación de los bloques del radicalismo en Senadores y Diputados y un documento que repartió críticas por igual al kirchnerismo y a Elisa Carrió.

El encuentro de ayer de Córdoba fue el primero de una serie que los radicales realizarán hasta fin de año en distintas provincias para recoger las propuestas con las que después armarán el plan de gobierno de su candidato en el 2011. Aunque no estaba formalmente en el temario, el tema de lo que ocurrió esta semana en el Congreso surgió en forma casi natural.

El análisis del fracaso de la sesión a la que había convocado la oposición en Diputados para derogar el DNU que habilitó el uso de reservas para pagar deuda y la imposibilidad de rechazar en el Senado el pliego de Mercedes Marcó del Pont se coló en el momento de la evaluación política nacional que realizaron las autoridades de la UCR antes de los informes que brindaron los representantes de cada uno de los distritos. La síntesis de lo que se habló en ese momento quedó plasmada en el documento final, que en su primer párrafo advirtió sobre la existencia de “un gobierno política y socialmente aislado, cuyo rasgo distintivo de gestión es el desapego institucional y la improvisación en las políticas públicas, a la vez que consume energías sociales en la promoción irresponsable de enfrentamientos estériles”.

La reunión la encabezó el presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, junto a sus tres vices Angel Rozas, Pablo Verani y Carlos Becerra, y el secretario general del partido, Jesús Rodríguez. También estuvieron jefes de bloque del Senado, Gerardo Morales, y de Diputados, Oscar Aguad, quienes brindaron un detalle de todo lo sucedido en el Congreso en los últimos días.

Tras los fracasos opositores en el Parlamento, Morales, y en particular Aguad, fueron objeto de duras críticas por parte de Carrió. La UCR no pasó eso por alto y se abroqueló detrás de los jefes de sus bancadas. En el documento –donde también se diferenciaron de las “variantes” que con diferente “ropaje” ofrece el peronismo– dijeron en un mismo párrafo que el legado de Raúl Alfonsín los “inspira a rechazar el sometimiento a liderazgos prepotentes y autoritarios” y también los “inspira a abjurar de dirigencias mesiánicas que sólo buscan confrontar y arrogarse la autoridad moral para distinguir réprobos de elegidos”. No hizo falta que entre paréntesis pusieran Carrió para comprender que a ella se refieren.

“Lo hicimos con suma prolijidad, pero deliberadamente”, se jactó uno de los redactores del texto, y completó: “Tiene que quedar claro que el problema de la Argentina es el nivel de confrontación que hay y Carrió no es ajena a eso”. Tan claro como el guiño que también en ese párrafo hicieron a Julio Cobos, al señalar que los “inspira, por el contrario, a construir con quienes asumen seria y responsablemente la tarea de prepararse para acceder al gobierno”.

Para armar el plan de gobierno de su candidato, los radicales recopilarán propuestas en todo el país al cabo de una recorrida de la que Córdoba fue punto de partida. A fines de la próxima semana la conducción partidaria se trasladará a Santa Fe y Paraná y en su agenda ya figuran también viajes a Tucumán y Bariloche.