A medida que es más evidente que Mauricio Macri y Francisco de Narváez comparten las aspiraciones presidenciales, crece la tensión entre los ex aliados, hasta el punto que hoy, sin descartar ningún reposicionamiento antes de octubre de 2011, desde ambos lados coinciden que se están recorriendo “caminos paralelos”. La diputada Gabriela Michetti reconoció que “hay cierta decepción” en las filas PRO por el vuelo propio que tomó De Narváez, cuyas ínfulas presidenciales generaron “resquemor, cierta frustración y decepción”. Las diferencias quedaron demostradas este fin de semana: mientras Macri consideró “ideal” que “todo confluya en el mismo lugar de vuelta”, en referencia al pacto que los unió en junio del año pasado, el diputado de origen colombiano manifestó que su vocación es “sumar y unir al peronismo”.

“No hay ningún conflicto”, coinciden, on the record, allegados a los dos. Sin embargo ambos bandos planifican la campaña sin contar con el otro. “Hay cierta decepción en nuestras filas porque en las elecciones del 28 de junio la cosa estaba planteada como Mauricio futuro candidato a presidente y Francisco a gobernador”, dejó caer Michetti en varias entrevistas radiales. “Al aparecer Francisco con una expectativa a ser candidato a presidente y a recorrer el país con un mensaje de construcción nacional se genera cierta frustración de este lado.” Y aunque trató de dejar en claro que en este momento “no hay una mala relación” entre los dirigentes, reconoció que existe “en este momento cierta distancia en el punto de que cada uno está peleando pareciera por la misma candidatura”.

“Nosotros aspiramos a que en 2011 estemos juntos de nuevo –se sinceró ante Página/12 Jorge Macri, primo del jefe de Gobierno y responsable del armado político de la campaña–. Más allá de eso, cada uno hace su camino en paralelo.” Durante el fin de semana circularon rumores sobre un adelantamiento del cronograma de campaña de Mauricio Macri, atribuido a una especulación con respecto a un posible adelantamiento de las elecciones, sin embargo esto fue desmentido desde el interior del PRO: “Nosotros arrancamos antes porque tenemos que hacer una construcción, armar el partido y para eso necesitás un año de trabajo. Estamos fuertes en ocho o nueve distritos y vamos a necesitar hacer pie en todos los demás”, explicó Jorge Macri. El equipo del ex presidente de Boca viene con sorpresa: está encabezado por Humberto Schiavoni, operador del misionero Ramón Puerta y amigo personal de Eduardo Duhalde.

Ayer, el jefe de Gobierno porteño añoró la alianza que tuvo con el colombiano, a la que calificó como “muy exitosa” porque permitió “poner un freno a Kirchner”, y aseguró que “lo ideal” sería mantenerla, “porque la gente votó a favor de un proyecto en el cual había un responsable para la gobernación y posiblemente un conductor a nivel nacional”, dejando bien en claro sus aspiraciones. Sin embargo, debió reconocer que “hoy está cada uno construyendo su proyecto, pero nunca hay que descartar que todo confluya en el mismo lugar de vuelta. Algo complicado, visto que De Narváez parece haber volcado todas sus energías a la interna justicialista. Según admitió el sábado, durante un mitín en Necochea, el empresario no tiene “otra vocación que sumar y unir al peronismo, un peronismo que reconoce toda la historia de muchos compañeros que han trabajado pero que también piensan hacia el futuro”. Y aunque no terminó de definirse y reiteró su compromiso bonaerense, aseguró: “No hay un futuro de la provincia sin un futuro nacional, por eso debemos ver cómo se arman las mesas del peronismo y cómo se definen las candidaturas”.

Informe: Nicolás Lantos.