Mauricio Macri y Francisco de Narváez corren caminos paralelos rumbo a la candidatura presidencial. Los ex aliados hace meses que no se hablan y en los últimos días las diferencias se hicieron evidentes. Cerca del jefe de Gobierno porteño no quieren dar por hundido el pacto que los acercó antes de los comicios de 2009, pero el empresario colombiano ya se lanzó a recorrer el país y ayer estuvo reunido con el ex gobernador entrerriano Jorge Busti, uno de los referentes del peronismo no kirchnerista, para buscar el apoyo justicialista para competir en internas contra Néstor Kirchner. En el medio, Eduardo Duhalde, que también manifiesta su intención de volver a ser presidente, esta vez por el voto popular, juega sus propias cartas y sueña con juntar a los dos ex aliados en una especie de dream team del centroderecha.

Luego del duro cruce que tuvieron el lunes Macri y De Narváez, el jefe de Gabinete del titular del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, tuvo que reconocer que ambos dirigentes “están yendo por caminos separados”, aunque dejó abiertas las puertas para terminar acordando. Es que el pacto que tenían antes de los comicios de junio preveía que llegaran al 2011 compartiendo boleta: Macri como candidato a presidente y De Narváez a gobernador. Sin embargo, luego de que su lista venció a Néstor Kirchner en la provincia y ante la falta de candidatos en el peronismo disidente, el colombiano se decidió a pegar el salto. Todavía le falta una habilitación judicial, ya que ni él ni sus padres nacieron en el país. Aunque en su entorno intentan mantener un total hermetismo sobre el tema, se filtró que antes de fin de mes activarán este trámite.

Mientras tanto, el pelirrojo diputado continúa recorriendo el país y ayer estuvo en Entre Ríos reunido con el ex gobernador de esa provincia, Jorge Busti, en un intento de buscar el apoyo de figuras con peso dentro del peronismo disidente que lo legitimen como candidato de ese espacio. De Narváez ya está decidido a comportarse como un candidato en campaña por la presidencia. Si logra instalarse, aunque luego la justicia le deniegue esa posibilidad, queda en una posición inmejorable para competir por la gobernación de Buenos Aires, razonan en su entorno. Hoy y mañana seguirá la recorrida, esta vez por la provincia de Santa Fe, donde no se descarta que pueda encontrarse con Carlos Reutemann.

Eduardo Duhalde, el primero en lanzarse, sigue con su idea de se quien termine con el kirchnerismo, y para lograr ese objetivo tiene un sueño que, hoy por hoy, parece utópico: reunir bajo su ala tanto a Macri cono a De Narváez. Él cree que ninguno de los dos llegará con chances a la presidencial: “De Narváez no puede y Mauricio no tiene estructura”, confió a Página/12 uno de sus colaboradores más cercanos. “La candidatura de Duhalde no se para más, pase lo que pase –aseguró–. Ya les dio la oportunidad a todos para que arrancaran, ahora arrancó él y no se va a bajar.”

Duhalde cree que el colombiano no será habilitado por la justicia y quiere que sea su candidato para la provincia. “Cuando vea que lo de Duhalde va en serio, el Colorado se va a sumar”, se esperanzan desde su entorno. Con respecto a Macri, aseguran, “sabe que sin el peronismo no puede llegar, y tiene que admitir que si quiere ser presidente primero tiene que hacer una buena gestión en Capital, algo que no va a pasar mientras gobiernen los Kirchner”. Por lo tanto, la idea es convencerlo de que busque su reelección como jefe de Gobierno en la boleta de Duhalde, a cambio de un buen trato para la ciudad que le permita apuntar mejor en el 2015. Ese es el dream team con el que sueña Duhalde para ser presidente. El problema es que las otras dos patas del equipo tienen la misma ambición.

Informe: Nicolás Lantos.