Mientras los gobiernos argentino y uruguayo y los asambleístas de Gualeguaychú aguardan con ansiedad la lectura del fallo de la Corte de La Haya por el conflicto en torno de la pastera Botnia, el canciller Jorge Taiana expresó ayer su “confianza” en que el tribunal internacional reconozca la “justicia” del planteo de Argentina. En la otra orilla, su par uruguayo, Luis Almagro, intentó mostrarse sereno y aseguró que el veredicto “se espera de manera tranquila” al tiempo que ratificó su convencimiento de que Botnia “no contamina”. Ambos países retomarán sus agendas bilaterales tras conocerse el fallo mañana. Los ambientalistas anunciaron que este miércoles, a las 21, tomarán posición junto a sus abogados y avanzarán en la organización de la marcha convocada para el domingo próximo.

“Confiamos se reconozca el aspecto esencial de esta controversia, que es el estatuto del río Uruguay”, manifestó Taiana antes de partir hacia Venezuela, acompañando a la Presidenta. El planteo argentino señala que Uruguay violó el Tratado del Río Uruguay al establecer la planta de celulosa en forma inconsulta. El canciller resaltó “la obligación de Argentina y Uruguay de cumplir con lo que él (el fallo) dice”. “Estamos confiados en la justicia de lo que hemos planteado. La relación con Uruguay es muy amplia”, sostuvo y aseguró que la agenda bilateral será, tras el veredicto, “más activa y positiva”. Ambas cancillerías retomarán contacto y coordinarán las agendas de Cristina Fernández y José Mujica para que se reúnan a más tardar una semana después de la resolución de la Corte.

El canciller oriental, Luis Almagro, afirmó que “cualquiera sea el fallo no va a ser una tragedia”. Además, recordó que la Corte definirá “si se violó o no el tratado y hay realidades fácticas de ver si la planta contamina o no”. En ese sentido, Almagro aseguró que han “recibido estudios sobre Botnia, pero son generales o sobre casos en concreto como los temas de la alergia en el balneario de Entre Ríos”, y destacó que en esos informes “la normalidad de las aguas es el patrón general del estudio”. Por eso, remarcó que en Uruguay tienen “la convicción de que la planta de Botnia no contamina”.

El fallo será leído mañana a las 10, hora argentina, en el Palacio de la Paz, sede del tribunal internacional, y presenciado por los asambleístas en la localidad de Arroyo Verde a través de una pantalla gigante.

La Asamblea de Gualeguaychú aclaró ayer que no se pronunciará inmediatamente sobre el fallo, y que se reunirá nuevamente el miércoles a las 21 en el Club Frigorífico para que sus abogados y técnicos expliquen a la ciudadanía las implicancias de la sentencia. En ese marco, convocaron para el domingo 25, a las 13, a una marcha y luego a “una asamblea ampliada en la que se definirán los pasos a seguir”, y si mantendrán o no el corte de ruta en uno de los tres puentes que llevan a Uruguay. En Gualeguaychú esperan “una declaración de ilegalidad del procedimiento que hizo Uruguay”. “Si una cosa está construida desde la ilegalidad, sin informar a Argentina y esperar la autorización de las dos partes para construir, eso es una violación”, afirmó Gustavo Revollier y agregó que, entonces, tienen que “restituirse las cosas a su estado anterior”, en referencia al “desmantelamiento” de Botnia.

Por otra parte, diputados del Peronismo Federal anunciaron que solicitarán al Gobierno un informe sobre “impacto ambiental” ante la posible instalación de una nueva pastera a orillas del Río de la Plata, en Punta Pereira, Colonia, con el propósito de “evitar futuros conflictos” con el país vecino.