La escalada verbal entre el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, parece no tener fin. El jefe de Gabinete calificó ayer al diputado como “oportunista”, “garca” y “estúpido” luego de que el cineasta lo responsabilizara por su “seguridad personal y la de todos los opositores”. Fernández anunció que denunciará penalmente al diputado. La pelea entre el jefe de ministros y el diputado comenzó a raíz del escándalo del asesor de Claudio Lozano encontrado sospechosamente en una oficina del Palacio de Hacienda.

“Pino Solanas es un impresentable. Yo callé pacientemente durante mucho tiempo porque suponía que eran chisporroteos propios de la campaña y no tenía muchas ganas de andar generando nuevos conflictos. Pero la verdad es que es impresentable, oportunista, garca”, disparó el funcionario, quien remarcó que presentaría una querella en contra del líder de Proyecto Sur por haberlo llamado “ministro delincuente”.

Fernández aseguró que el jefe del bloque de Proyecto Sur, “es un bienudo que la va de peronista y nunca tuvo nada que ver con el peronismo. Bien de definición de izquierda perfumada: vota por izquierda pero vive y gobierna por derecha”. El jefe de ministros dijo que Solanas “se cansó de decir estupideces” sobre él y por ese motivo instruyó a su abogado para que entre ayer y hoy presentara las desgrabaciones de las declaraciones del diputado y “que la Justicia evalúe”.

Pero éste no fue el único episodio entre el jefe de Gabinete y el cineasta. Se habían cruzado por el incendio de trenes en 2008, cuando el entonces ministro de Seguridad responsabilizó a Solanas por la actitud de un grupo de militantes. “Cuando en su oportunidad hablé de la quema de los trenes, yo no estaba en el lugar, sino que comuniqué los partes que me iban llegando, y transmití lo que decían los partes: nunca lo acusé a él, los partes decían que eran grupos cercanos a su esquema político”, explicó el ministro.

Solanas consideró a Fernández como el “cerebro de los aprietes” y señaló que “el límite entre el escrache y la agresión física es chiquitito, un pelo. A los que denuncian las cosas pesadas y bravas que surgen del gobierno, se les inventan operaciones, cosas pesadas”. “Es una estupidez, de las tantas que dice. Es bastante estúpido. De todas las estupideces que dice, una es ésa: ¿aprietes qué?, ¿cuál es el apriete del que tengo que hacerme cargo?”, se enfadó Fernández.