EL PAíS › JOSE MARIA ALUSTIZA, TITULAR DE LA CAMARA ARGENTINA DE FABRICANTES DE MAQUINARIA AGRICOLA
Fue la cabeza de una operación de exportación de maquinaria a Venezuela que usó como intermediaria a Palmat, cuestionada por cobrar el 15 por ciento. Dice que es un porcentaje usual, que la transacción fue legal y explica las funciones de una trader.
› Por Raúl Kollmann
“Es mentira que una trader de maquinaria agrícola cobra sólo el cinco por ciento en las operaciones. Todas cobran entre el diez y el quince. Eso es lo que nos cobraba la otra empresa que se ofreció en su momento y es lo que pagan los exportadores de maquinarias brasileñas. Es distinto con los granos. Ahí sí cobran el cinco por ciento. Pero la maquinaria es compleja, son difíciles los trámites de entrada a un país, es difícil el transporte y hay roturas de importancia. Es ridículo suponer que 39 empresas nos pusimos de acuerdo para pagar una coima. Y, más, el trabajo de la trader Palmat fue facturado, se pagó en blanco, con cheques. ¿Así se pagan coimas?” José María Alustiza es el titular de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma). Fue la cabeza de la operación de exportación a Venezuela y se indigna con las acusaciones: “Los brasileños se deben estar matando de risa y esperan que con estas imputaciones falsas puedan desplazarnos del mercado venezolano. Aquella operación, totalmente transparente, fue la mejor de la historia argentina en la venta de máquinas agrícolas”.
Alustiza es el titular de Maizco, una empresa cordobesa que fabrica, entre otras cosas, cabezales maiceros. Responde a todas las preguntas de Página/12 desde las instalaciones de su empresa.
–¿Qué hace una trader?
–Se ocupa de toda la logística. El transporte, la cuestión portuaria, sacar las cosas de la Aduana en Venezuela, presentar la documentación, arreglar los problemas que siempre surgen porque se rompen máquinas, dejar todo listo para el cobro e incluso interviene si hay dificultades para cobrar. En nuestro caso, fue el representante que teníamos en Venezuela. Había que tratar con el Ministerio de Tierra y Agricultura, el Fondav y el CBA Pedro Camejo. Le doy un ejemplo: es más que habitual que una cosechadora o un tractor lleguen con los vidrios rotos. Ellos se ocupaban, entre otras cosas, de conseguir los vidrios y hacer la reparación. En varios casos, hubo problemas con las baterías. Fue lo mismo. Se ocuparon de reemplazarlas. Y ni le hablo de los faltantes en la documentación o papeles que las instituciones venezolanas rechazaban por distintas cuestiones. Ellos intervenían de inmediato. En nuestro primer embarque tuvimos un problema. En Brasil se rompió un cigüeñal del barco. Hubo que trasbordar la maquinaria a otro barco y eso tardó más de un mes. Ellos tuvieron por ese tiempo dos empleados en Brasil y hasta hubo que contratar abogados, porque surgieron varios problemas. De todo se hicieron cargo.
–Quienes afirman que hubo coimas, sostienen que se paga mucho menos de lo que ustedes pagaron y que, además, Palmat, es casi una empresa fantasma.
–Es una mentira. En la época que nosotros hicimos las operaciones, Palmat tenía unos 60 empleados en Venezuela. También es mentira que se pague menos. En maquinarias agrícolas se paga entre el 10 y 15 por ciento. Si nosotros calculamos el total de la operación, nosotros pagamos un 10,5 por ciento. Y es lo que nos ofrecía otra empresa competidora. Nosotros optamos por Palmat porque era la empresa con más peso como trader en Venezuela: gestionaba casi todas las operaciones de acero, aluminio y alimentos. Llevaba años trabajando en Venezuela. Le cuento lo siguiente: el año pasado hicimos una operación con México, con Sinaloa. Decidimos hacerla sin trader. La maquinaria todavía está allá: no la pudimos sacar de la Aduana, estamos pagando multas. Es probable que tengamos que traer la maquinaria de vuelta. ¿Sabe el costo que significa eso? Estoy súper arrepentido de no haber hecho la operación con una trader. Le agrego: los brasileños usan trader y pagan lo que yo le digo, entre el 10 y el 15 por ciento. Y ahora estamos viendo una operación de maquinaria a Sudáfrica. ¿Cuánto cobra la trader? Exactamente lo mismo.
–¿De cuánto fue el total de la operación con Venezuela?
–Hubo un acuerdo marco de los dos gobiernos. Fue un contrato firmado por el ex presidente Néstor Kirchner y Hugo Chávez en Río de Janeiro. El total era de 500 millones de dólares en cinco años. Al final, se ejecutaron tres tramos que totalizaron entre 270 y 280 millones de dólares. Fue el contrato más importante de la historia de la maquinaria agrícola argentina. Los brasileños festejan por el conflicto que armaron acá. Están con la expectativa de quedarse con el mercado venezolano. Usted no sabe el daño que se nos está haciendo. No sabe lo que estas operaciones significan para el interior del país y para que podamos mantener nuestras plantas.
–Cuando el defensor del pueblo, Guillermo Mondino, cuestionó el acuerdo con Palmat, ¿qué sucedió?
–Nunca fue cuestionado. Nosotros entregamos toda la documentación y Mondino jamás citó a nadie ni pidió ninguna explicación adicional. A los dos responsables de Palmat, Francisco José Carrasquero, que es con quien tratamos casi todo el tiempo, y a Roberto Wellisch, que era el hombre clave de la empresa, nunca les pidieron una explicación de ningún tipo. Para Mondino no hubo ninguna anomalía. Le doy otros ejemplos de lo que hacía Palmat: todas las gestiones nuestras en Venezuela se hacían en las oficinas de ellos. Cuando íbamos, las reuniones eran allí. Ellos se ocupaban, por ejemplo, del traslado de la maquinaria 500 kilómetros desde Puerto Cabello. Cuando nosotros fuimos a exponer nuestros productos a ferias, ellos las armaban. Y nos trasladaban en avión hasta los lugares donde fueran las ferias. Se ocuparon también de la cuestión de los repuestos. Nos ofrecieron un contrato para montar una proveedora de repuestos e incluso llegaron a comprar repuestos para suplir problemas en Venezuela. Ni le hablo de la cantidad de viajes que hicieron a la Argentina y que estaban incluidos en esa prestación de servicios. Tuvieron que contratar una empresa acá, ASO, para que interviniera también en el trabajo. Porque le aclaro una cosa: el porcentaje que se paga no es una comisión, sino una prestación de servicios. Por último, le pido que note lo siguiente. No fue la Cámara la que hizo el contrato con Palmat sino cada una de las 39 empresas. Es ridículo pensar que todas, todas, se pusieron de acuerdo para pagar una coima. Tenemos para exhibir las facturas, las transferencias, los mails de todo el trabajo que se hizo, los cheques, los recibos. Todo se hizo absolutamente en blanco. Esa documentación se le envió a Mondino en su momento y no hizo la menor objeción.
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