La llegada al país de una misión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fue la señal de largada para una serie de medidas de fuerza por parte de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y otras organizaciones gremiales que reclaman libertad sindical y que hoy se reunirán con la delegación de especialistas. Para el jueves por la tarde, la CTA convocó a una manifestación frente al Congreso para reclamar por la personería gremial.

“El Gobierno le teme a un esquema donde los trabajadores tengan legalidad y libertad a la vez. A veces se tiene legalidad pero con las manos atadas, legalidad metida adentro de aparatos que no representan la voluntad mayoritaria de los trabajadores”, denunció el titular de esa central, Hugo Yasky, durante una conferencia de prensa que dio junto a los delegados de la Asociación de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp), que exige desde septiembre de 2008 la independencia jurídica de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el reconocimiento por parte de Metrovías.

Ayer por la mañana, los trabajadores del subte liberaron durante tres horas los molinetes de la estación Constitución, permitiendo que los pasajeros viajaran gratis, y advirtieron que la protesta se repetirá hoy: de no haber una respuesta oficial a sus reclamos, podrían realizar un paro de actividades antes del fin de semana. Durante la protesta estuvieron presentes los tres expertos que conforman la delegación de la OIT: Cleopatra Dumpia, presidenta del comité de libertad sindical de ese organismo Horacio Guido y Alberto Odero.

Esta tarde, la conducción de la CTA, de la Agtsyp y otros veintiún gremios que buscan la “aprobación de las reformas de las leyes sindicales para que se garantice la plena vigencia del respeto a los fueros sindicales y la cobertura legal de protección a los delegados” se reunirán con los tres representantes de la OIT para exponer los argumentos de su reclamo. La agenda de la misión internacional en Buenos Aires también incluye reuniones con la CGT, con las comisiones de Trabajo de las dos cámaras del Congreso y con representantes del Poder Judicial y del Ejecutivo. Según aseguró Yasky, esto significa “una oportunidad histórica que tiene el Gobierno para resolver una demanda que durante años fue postergada y dilatada”.

La presencia de los delegados en el país abrió un paréntesis en la interna que vive la CTA de cara a las elecciones nacionales que afrontará en septiembre, y todos los sectores de la Central estarán presentes hoy por la tarde en la sede que tiene en el barrio de Constitución, donde se llevará a cabo el encuentro. También compartirán la marcha convocada para el jueves, a las 15, entre la esquina de Belgrano y Entre Ríos y el Congreso Nacional, para exigirle al Gobierno una definición. “No puede seguir dilatándolo, si quiere ser coherente con el discurso de distribución de la riqueza –señaló Yasky–. No hay distribución de la riqueza con sindicalistas con las manos atadas.”