El kirchnerismo consiguió anoche avalar en el Senado el uso de reservas del Banco Central para el pago de deuda externa. Después de cuatro meses de disputa, el oficialismo alcanzó finalmente 41 votos a favor del proyecto del senador peronista Carlos Verna, que instrumenta por ley el Fondo de Desendeudamiento y al que se le incorporaron dos artículos: la creación de una comisión bicameral para el seguimiento de los pagos y la derogación del DNU 298 una vez aprobada la ley en Diputados. El Frente para la Victoria celebró la media sanción, mientras el titular de la bancada radical, Gerardo Morales, denunció la compra del apoyo de Verna por 600 millones de pesos.

Con el proyecto de reservas, el oficialismo logró mostrar un resultado positivo para el Gobierno. Además de sus 32 legisladores y sus tres aliados, acumuló el acompañamiento de seis senadores opositores, no enrolados en el núcleo duro del antikirchnerismo.

Aunque no se alteró el resultado previsto, hubo sorpresas de último momento en el recinto. El porteño Samuel Cabanchik, que en principio no acompañaría la propuesta, terminó por votar favorablemente en general y en disidencia en un artículo. La peronista chubutense Graciela Di Perna también apoyó la iniciativa. En este contexto, a los 35 votos seguros para la Casa Rosada también se sumaron los de Verna y su coprovinciana María Higonet, el de la ex reutemista Roxana Latorre y la rionegrina María José Bongiorno.

A pesar de que los opositores descontaban que la correntina Josefina Meabe votaría con el oficialismo, ayer la legisladora liberal sorprendió con su rechazo a la propuesta del senador Verna. La última sorpresa la dio la senadora Hilda “Chiche” Duhalde, del PJ disidente, quien argumentó en contra de la iniciativa oficial pero prefirió abstenerse. Así la votación terminó 41 votos a favor, 29 en contra y una abstención. El único ausente fue el senador Carlos Menem.

Al momento de la votación en particular, Cabanchik logró que se aprobara la incorporación de un artículo que especifica que al Fondo de Desendeudamiento, unos 4300 millones de pesos, deben restárseles unos 360 millones que ya fueron pagados según los vencimientos de deuda.

Los primeros en hacer uso de la palabra fueron los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Eric Calcagno de Economía Nacional, Laura Montero, y de Coparticipación Federal, Carlos Verna. Calcagno defendió los beneficios de utilizar “un activo sobreabundante para solventar un pasivo con tasas de financiamiento muy altas”. El senador oficialista consideró que el uso de reservas del BCRA es “un camino correcto” ya que, si se pagase la deuda con recursos presupuestarios, el Gobierno “debería hacer un ajuste del 5 por ciento”.

Montero, autora del proyecto de la UCR, remarcó la necesidad de redefinir el concepto de reservas de libre disponibilidad y reclamó por la claridad en las estadísticas del Indec. Luego habló Verna, el hombre clave de todo el proceso legislativo: “El artículo sobre la derogación del DNU es coherente con lo que hemos venido sosteniendo. Desde el bloque del PJ La Pampa siempre dijimos que estamos de acuerdo con pagar con reservas pero no por DNU”, se defendió el pampeano, advirtiendo que se vendrían las críticas de los halcones opositores.

Morales aprovechó el último tramo de su discurso para lanzar un duro cuestionamiento a Verna y a los senadores no oficialistas que acompañaron la propuesta. El radical cuestionó el apoyo de Verna, responsable del texto del dictamen y de las firmas para tratarlo en el recinto. “Esta ley más que la ley Verna tiene sensación de ser el proyecto de los 600 millones”, lanzó el jujeño, sin demasiadas sutilezas, para denunciar la supuesta compra del apoyo del senador a cambio de fondos para su provincia. “Si hay un gobernador al que le dicen que no le dan plata porque no vota como quieren, que vayan a la Justicia, porque eso es extorsión”, retrucó el pampeano y aseguró que su gobernador, Oscar Jorge, lo único que hizo fue conseguir una entrevista con la Rosada y “convenció” a la Presidenta de que le pagara fondos adeudados. “Trate de que su gobernador sea tan convincente como el mío”, le retrucó Verna y no en tono de broma.

Fastidiado por la desviación del debate, Pichetto defendió la actitud de Verna y precisó que su proyecto fue anterior al DNU 298. Tras 10 horas de debate, el rionegrino sentenció: “Hoy el gesto del Senado implica un avance en un proceso que estaba muy duro. Es una actitud de racionalidad política”.