La Convención Nacional de la UCR, el máximo organismo partidario, decidió intervenir en el escándalo de las internas abiertas para elegir candidato presidencial realizadas diez días atrás. Según adelantó su vicepresidente, el ex gobernador Alejandro Armendáriz, la Convención le pedirá a la junta electoral que invalide los más de 100 mil votos cuestionados por impugnaciones cruzadas entre las listas de Leopoldo Moreau y Rodolfo Terragno. De no prosperar la solicitud, entonces directamente buscarán la nulidad de toda la elección –ganada por Moreau por apenas 1700 votos, de acuerdo al escrutinio provisorio– y se convoque a una nueva.
Hoy vence el plazo para que Moreau y Terragno ratifiquen sus pedidos de impugnaciones. Se sabe que Terragno cuestionará los comicios en Chaco, Formosa, en el interior de Santiago del Estero y en cuatro distritos de Santa Fe, en tanto que Moreau objetará San Juan, un distrito de Mendoza y dos de Salta. Mañana, la junta electoral –que ahora funciona como tribunal– deberá determinar si esas impugnaciones son válidas y comenzar su investigación. El lunes pasado, luego de que lo declararan vencedor, el propio Moreau sostuvo que deberían repetirse las elecciones en Chaco, Formosa y San Juan debido a la acumulación de denuncias de fraude.
Armendáriz contó ayer que el lunes a la noche, en la última reunión de la mesa ejecutiva de la Convención, prevaleció la postura de señalarle a la junta “la necesidad de anular todas las mesas y urnas impugnadas que suman un total de más de 120 mil votos cuestionados”. Y que en un documento que le enviaron por fax al titular de la UCR, el chaqueño Angel Rozas, le agregaban que –si no se aceptaba la propuesta– se declarara nula la elección y hubiera una nueva convocatoria que dejara las cosas más claras. Rozas, debido al desgaste sufrido por las autoridades partidarias en todo este proceso, se inclinaría por dejar la solución en manos de una especie de consejo de notables radicales.
Sin embargo, los radicales siempre fueron más dados a resguardar las formas institucionales, aun para los casos de escándalo. Armendáriz sostuvo que la Convención pedirá una convocatoria urgente del Comité Federal “con el objeto de analizar con profundidad y encontrar a los responsables de lo que ocurrió”.
Enojado por las denuncias de fraude en Chaco realizadas por Terragno, Rozas condicionó su continuidad como presidente de la UCR a que se repitan las internas en su provincia, cuestión que deberá resolver mañana la junta electoral. Como consecuencia del escándalo, el vicepresidente del radicalismo, Juan Manuel Casella, y el secretario de Relaciones Institucionales, Walter Ceballos, ya renunciaron.