Fernando de la Rúa fue nuevamente sobreseído en la causa en la que se lo investiga por su presunta responsabilidad en el homicidio de cinco manifestantes durante la represión de las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que culminaron con su renuncia. El ex presidente dijo no estar “sorprendido” por la decisión judicial y reiteró que “no tuvo participación” en la represión, pero que llevará “siempre el dolor” por esas muertes. El abogado querellante Rodolfo Yanzón consideró que la medida a favor de De la Rúa era “previsible”, porque la decisión “ya estaba tomada desde hace años por la Cámara Federal de Apelaciones”.

De la Rúa fue sobreseído por segunda vez por el juez Claudio Bonadío. El magistrado entendió que las nuevas pruebas que la Cámara Federal porteña le ordenó realizar no revelaron ninguna vinculación del ex mandatario con la orden de represión que dispuso “liberar” los alrededores de la Casa Rosada. Tras llamar a declarar al ex subsecretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior Lautaro García Batallán, el juez rechazó la posibilidad de avanzar sobre la hipótesis de una supuesta reunión en la residencia de Olivos en la mañana del 20 de diciembre, donde se habría definido “reprimir las manifestaciones” porque sólo así se tendría posibilidades de negociar con el justicialismo.

“En el fondo no me sorprende. Está cabalmente demostrado que no tuve participación en los episodios y que no hubo del gobierno ninguna orden de represión ni de excesos”, declaró De la Rúa a Radio Del Plata al enterarse de la decisión de Bonadío, y dijo que la Justicia “deberá hacer las determinaciones para saber cómo ocurrieron realmente los hechos”.

De la Rúa insistió también con que fue víctima de “la conspiración política, la falta de apoyo legislativo, los problemas internacionales y la actitud del Fondo Monetario Internacional”. Del organismo de crédito y su entonces presidente Horst Köhler enfatizó que “fue el que nos hundió”, ya que “creó un ahogo financiero” al país. “Si hubiera habido grandeza y hubieran atendido mi llamado a la unidad, hubiéramos evitado todo lo que pasó después”, afirmó también el ex mandatario y culpó a un “sector del peronismo que encabezaba la conspiración, que quiso hacerse del poder, aprovechar la circunstancia, hostigar al gobierno y obstaculizarlo con su mayoría parlamentaria”.

Sobre los manifestantes asesinados, dijo que al momento de su renuncia “no se sabía que hubiera personas fallecidas”. “Es un dolor que uno lleva siempre. Yo asumí la responsabilidad política, pero eso no significa que puede atribuírseme una responsabilidad penal”, añadió.