EL PAíS › REACOMADAMIENTOS DENTRO DE LA UNION CIVICA RADICAL TRAS LA VICTORIA DE RICARDO ALFONSIN
Julio Cobos mantiene firme su candidatura, pero varios dirigentes que lo acompañaban han empezado a diferenciarse. El triunfador de la interna bonaerense y quienes lo rodean buscan sumarlos a su espacio. Las posiciones de Elisa Carrió y el socialismo.
› Por Sebastian Abrevaya
La victoria de Ricardo Alfonsín en la interna bonaerense del domingo pasado disparó una serie de reacomodamientos en la UCR y en los partidos que integraban el Acuerdo Cívico y Social. El más comentado dentro del radicalismo fue el del presidente de la bancada de Diputados, Oscar Aguad, quien pasó de ser un cobista férreo a declarar que no tiene “ningún candidato” a presidente. Además, el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, abandonó su idea de mantenerse “neutral” para quedar como un eventual candidato de consenso y se perfila a jugar –con prudencia dado su rol partidario– más cerca del denominado Grupo Rosario, el espacio que comandan Gerardo Morales, Angel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Alfonsín, entre otros. En terreno bonaerense, el diputado provincial Ricardo Jano, un ladero histórico de Leopoldo Moreau, salió a tomar distancia de Cobos y reconoció que Alfonsín es uno de los mejores candidatos. “Ahora Moreau lo apoya a Alfonsín”, disparaba con furia un importante dirigente del cobismo bonaerense.
Mientras Sanz prepara para los próximos días un importante encuentro de todas las líneas internas del radicalismo, del que podrían participar Cobos y Alfonsín, el tablero radical empieza a acomodarse tras la consolidación del nuevo escenario. La derrota de los caciques bonaerenses Moreau y Federico Storani, que recibieron el apoyo de Cobos a través de sus dirigentes en la provincia, no fue el único fruto del proceso de acumulación interna que venía realizando el vicepresidente de la Cámara de Diputados, en su gira por comités de todo el país. Al día siguiente de esa elección se produjo otro giro en la vida interna de la UCR: Carlos Mas Vélez venció a Marcelo Stubrin en la ciudad de Buenos Aires y consiguió su reelección al frente del Comité capital. La suya fue otra victoria para los radicales que se quedaron dentro del partido y que están enfrentados a los referentes de la ex Coordinadora Nacional.
El resultado en los distritos más importantes del país le dio aire al sector político que ve en Alfonsín la posibilidad de que el radicalismo no tenga que recurrir al vicepresidente para la elección de 2011. Ese espacio, el Grupo Rosario, había quedado mal herido a fines del año pasado, cuando el ahora triunfador en la interna bonaerense perdió la presidencia del bloque de diputados con Aguad y cuando Gerardo Morales vio peligrar su cargo al mando de la bancada de senadores frente a Juan Carlos Marino.
“Desde el lunes se están tirando de palomita”, afirmó un dirigente alfonsinista, que desde el domingo comenzó a recibir pedidos de reunión e invitaciones a almorzar. El espacio de Moreau empezó a marcar distancia de Cobos. En boca del presidente del bloque de diputados provinciales, Ricardo Jano, el sector de Moreau criticó las declaraciones del vice en las que le dijo a Alfonsín que disputarían la candidatura en las primarias abiertas. “Si uno mira el escenario político nacional se da cuenta de que Cobos aparece como maniatado porque el hecho de ser vicepresidente no le permite lanzarse de lleno a su candidatura; Macri con el tema de su cuñado tiene problemas; Reutemann no mueve. Entonces hay dos candidatos presidenciales, uno Néstor Kirchner y otro Ricardo”, concluyó Jano.
Pero además del impacto natural en la provincia de Buenos Aires, el caso más paradigmático es el de Córdoba, donde Aguad había ratificado hace unas semanas su voluntad de pelear la gobernación. “Seré candidato a gobernador”, dijo el 21 de mayo. En aquel acto, hace 20 días, lo acompañaba Cobos. Desde el lunes, Aguad retomó su discurso por la construcción de programas y no de anticipar candidaturas. El senador cordobés, Ramón Mestre, ya había empezado a moderar sus lineamientos. “Lo que pasa es que no quiere convertirse en un punto de Negri”, explicó uno de los estrategas del Grupo Rosario. El joven legislador admite que tiene una muy buena relación con Ricardo ya que ambos son hijos de dos dirigentes que fueron figuras dentro del partido, pero no quiere quedar en su provincia como un subordinado del ex diputado Mario Negri, uno de los cofundadores del espacio.
Cerca de Alfonsín subrayaban que el ex senador Rodolfo Terragno, quien venía trabajando muy cerca del vice, se contactó con el diputado bonaerense previo al cierre de campaña y luego lo felicitó desde Washington por su triunfo.
En este contexto, algunos de los referentes del Grupo Rosario están planificando reformular el espacio político para tenderles un puente a los dirigentes radicales que ahora ven con buenos ojos la candidatura de Alfonsín y que no formaron parte del elenco original.
El núcleo duro de dirigentes que se mantienen aliados al vicepresidente sostiene que no debe maximizarse la importancia de los acontecimientos de la última semana. La estrategia del vicepresidente es clara: va a mantener firme su voluntad de ser candidato y jugará a suerte y verdad en la primaria abierta de agosto de 2011. Muy cerca de Cobos descartaron de plano la idea de que se dirima cuál será el candidato radical en una elección interna previa a las primarias, tal como exije Carrió para formar parte de una alianza con la UCR. “Sería terriblemente desgastante someter al radicalismo a dos elecciones nacionales el mismo año de la elección general”, explicó a este diario el intendente de Junín, Mario Meoni. Pero además del desgaste, el cobismo sabe que las mejores chances del vicepresidente se juegan en una elección abierta, donde el “aparato” no tenga el peso que tiene en una interna.
La figura de Alfonsín significa la posibilidad de que el Acuerdo Cívico y Social no quede en el recuerdo como una alianza electoral de coyuntura, armada específicamente para las elecciones de 2007. Sin embargo, cerca de Elisa Carrió aseguran que la candidatura presidencial de Alfonsín no es garantía suficiente para que se reedite un frente electoral en 2011. “Si viene con eso del radicalismo unido nosotros no vamos a acompañar”, señala un dirigente de la CC. El mensaje de Carrió es concreto: por más que Alfonsín sea candidato, ni Cobos ni los miembros de la ex coordinadora deben tener un papel importante en las listas.
El partido que preside Rubén Giustiniani y cuyo máximo exponente es el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, también siguió de cerca el resultado de la pelea en el radicalismo. Una alta fuente del socialismo le aseguró a este diario que la candidatura presidencial de Cobos “no pasa” en la Convención del PS, mientras que la de Alfonsín podría llegar a ser aceptada por las estructuras del partido. “Cobos llegó a su punto máximo de acumulación política con la 125. Alfonsín todavía está creciendo y no se sabe hasta dónde. Binner, como tiene un alto grado de desconocimiento, tiene todo por crecer”, sintetizó uno de los máximos referentes del socialismo. Sin embargo, la relación del socialismo con el radicalismo depende en gran medida de lo que suceda en Santa Fe, donde hay una disputa por la candidatura a la gobernación entre un candidato del PS –todavía a definir– y el intendente de la capital, el radical Mario Barletta.
“El conflicto ‘Lilita’ no puede ser resuelto hoy, entonces no tiene sentido buscarle una respuesta por ahora”, aseguró un socialista que conoce bien a la chaqueña.
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