Los salarios aumentaron en forma anual un 20,3 por ciento en mayo. Los empleados del sector privado fueron los más beneficiados, mientras que aquellos que se desempeñan en el sector público fueron los que terminaron más retrasados. Los datos surgen del informe mensual que publica el Indec. Según el organismo, el poder adquisitivo de los trabajadores aumentó considerablemente en los últimos doce meses, ya que la variación general del nivel de precios en mayo se ubicó de forma anual en 10,7 por ciento. Tomando en cuenta la inflación que surge de las estimaciones privadas, de desconocida metodología, el avance se diluye, aunque en general permanece positivo.

El escenario político-económico de suba de precios –sobre todo en alimentos y bebidas y vivienda– y creciente puja distributiva influyó para que en las negociaciones salariales se lleguen a acordar aumentos por encima de un 30 por ciento, aunque en líneas generales las subas rondan el 25 por ciento. Ante la reacción escandalosa del empresariado y el establishment local, las autoridades del Ministerio de Trabajo matizan estas cifras. Explican que muchas veces se trata de sectores que venían de un atraso salarial considerable y que los plazos y las cuotas en que se paga el aumento es tan determinante tanto como el porcentaje final.

En términos mensuales, la medición del Indec muestra un alza general de 1,98 por ciento. El sector privado registrado logró un aumento de 2,2 por ciento, al igual que los no registrados. Sin embargo, el propio organismo reconoce que los datos sobre el salario “en negro” provienen de la EPH, una fuente de menor calidad estadística que tiene cierto retraso temporal respecto de la encuesta periódica a empresas que se utiliza para el empleo “en blanco” o de los circuitos de información pública que recoge datos de los empleados del Estado. Precisamente, los salarios de estos últimos subieron frente a abril 1,32 por ciento.

En los cinco primeros meses del año, los salarios crecieron 8,4 por ciento. Siguiendo la tendencia que muestra el avance mensual y anual, el empleo en blanco fue el más favorecido, con un alza de 9,9 por ciento. Los trabajadores no registrados recibieron aumentos del 8 por ciento. Otra vez, los más rezagados fueron los del sector público, que crecieron 4,7 por ciento. El índice de salarios del Indec aísla las variaciones relacionadas con la cantidad de horas trabajadas, ausentismo o premios por productividad.