En Gualeguaychú, los asambleístas pidieron que el acuerdo entre Argentina y Uruguay por el monitoreo de Botnia-UPM “se plasme en un documento”, porque desconfían de su cumplimiento por parte del gobierno de José Mujica. “Considero que lo mejor será que el acuerdo no sea de palabra, sino que se plasme por escrito, porque al gobierno uruguayo no se le puede creer nada”, declaró Jorge Fritzler tras conocer el rechazo uruguayo a que los técnicos ingresen a la pastera. El asambleísta consideró que “Botnia y Uruguay van a poner todos los palos que puedan en la rueda”, y advirtió que “tendrán que aguantarse las medidas de Gualeguaychú”. En ese sentido, recordó que así como los presidentes se pusieron un plazo para llegar a un acuerdo que vence el 2 de agosto, también la Asamblea se puso un plazo al levantar el corte de la ruta 136. “Nosotros queremos que se sepa día a día lo que genera Botnia en el aire y en el río, que al fin y al cabo es lo que indicó (la Corte Internacional de Justicia de) La Haya. Uruguay ya no tiene la excusa del corte para decir que no pueden controlar a Botnia.”

Por su parte, el abogado de la Asamblea, Luis Leissa, sostuvo que en la ciudad “hay preocupación” por el hecho de que las negociaciones se hayan trabado. En la Asamblea están convencidos de que Botnia-UPM contamina, y la expectativa es que el monitoreo sirva para conseguir el cierre de la planta. “Sin muestras tomadas dentro de la pastera no habrá nuevos elementos jurídicos para reimpulsar la denuncia. Seguiríamos con el mismo tipo de pruebas, que La Haya consideró insuficientes. En lo jurídico, quedaría todo igual. En lo social, claro, esto generará la reactivación del reclamo.”