Pese a las pocas ganas de varios barones del conurbano, Alicia Kirchner hará hoy su primer desembarco en tierras bonaerenses. Como sucedió hace una semana en el Teatro Coliseo, Néstor Kirchner escoltará a la ministra de Desarrollo Social en un ingreso simbólico a la poderosa tercera sección. El acto será en Esteban Echeverría, uno de los territorios aliados del kirchnerismo. Estarán Kirchner, Daniel Scioli y la guardia de intendentes bonaerenses que se volverá a mostrar alineada, pese al resquemor que despierta entre varios de ellos no sólo una supuesta candidatura de Alicia en la provincia, sino el impulso que puedan ganar las organizaciones de la Corriente de Liberación e Integración Nacional (Colina). La chance ya empezó a generar efectos complicados, como el armado de una corriente paralela entre los intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM). Eso sí, aclaran, “siempre con el acuerdo de Néstor”.

Alicia Kirchner no dará discursos. Y el acto se anunció sólo como un encuentro más en la sucesión de los meetings políticos que vienen de- sarrollando los intendentes de la tercera sección, después de las elecciones del año pasado para reimpulsar al PJ y, además, la figura de Kirchner. Aún así, la presencia de la ministra genera una imagen distinta: será la primera incursión formal desde su lanzamiento político a la cabeza del grupo Colina por las redes del corazón del conurbano.

El escenario estará ubicado en el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Plástico, del Parque Frontera, de Esteban Echeverría. Será a las 17. Fernando Gray, que es el jefe político del distrito, fue vocero durante poco más de cuatro años de la hermana del titular del PJ nacional. Reconoce que ganó la comuna con su apoyo y cree que esto es una devolución de favores. Veinte días atrás, dicen a su lado, la ministra lo llamó para pedirle una “mano” en la entrada al conurbano. Dicen que Alicia dejó en claro en ese momento que su posición es no beligerante: que ella no llegaba para confrontar territorios con nadie, sino para construir un proyecto nacional. Los intendentes, sin embargo, decididos a defender lugares que el próximo año se pondrán en juego, se mostraron desconfiados. “No están molestos”, aclararon cerca de un ministro bonaerense. “Pero desde el lanzamiento de la candidatura digamos que están movilizados.”

La candidatura de Alicia Kirchner aceleró los tiempos. “El problema de algunos –confió un intendente a Página/12– es el armado no tradicional con el que se mueve Alicia, ese armado está basado en organizaciones sociales que cobraron impulso a través de las políticas del ministerio y pueden ganar autonomía y dejar de responder a los aparatos.”

En ese contexto, la FAM de Julio Pereyra empezó a darle forma a una corriente paralela. Todavía sin nombre, esa corriente nacional sumará a intendentes y diputados con vistas a las elecciones de 2011 y tendrá su pata más importante en la provincia de Buenos Aires. Ya empezaron a aparecer nombres de posibles candidatos a cubrir todo tipo de puestos. Promovidos por terceros o autopromovidos.

Uno de ellos es Horacio González, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense. Después de la reunión de Kirchner en su casa con los diputados, a su alrededor salieron a asegurar que había sido bendecido como posible candidato a vice del gobernador Daniel Scioli. Sucedió en las últimas horas también con Darío Giustozzi. El intendente de Almirante Brown, y parte de la mesa chica de la FAM, difundió una encuesta que lo mostraba como el jefe de distrito con mejor imagen de la tercera sección. Como ese distrito es el más significativo de la provincia –decían anoche a su lado–, la zona donde está La Matanza y desde donde salió el vicegobernador Alberto Balestrini, ahora debía tenerlo a él de candidato. En otro extremo de la provincia, otro de los intendentes aseguraba anoche que no todos los números son iguales. Que Giustozzi da bien, pero no tanto. Que otra versión señala a Baldomero Alvarez como vice. O a Sergio Massa. Y los nombres siguen.

Frente a los intendentes no sólo se mueve el fantasma de Alicia Kirchner, sino la corriente del peronismo sindical de Hugo Moyano, que avanza ganando espacios que varios jefes territoriales no están dispuestos a ceder.