Vie 30.07.2010

EL PAíS  › DE VIDO Y TIMERMAN QUIEREN INFORMAR SOBRE EL VíNCULO CON VENEZUELA

Dos ministros al Congreso

El jefe del bloque de diputados del oficialismo, Agustín Rossi, anunció que el titular de Planificación y el canciller “desean concurrir” a dar detalles de la relación comercial con ese país. Algunos diputados habían pedido su interpelación.

› Por Miguel Jorquera

El kirchnerismo tomó el guante y apuesta a una contraofensiva legislativa para frenar el intento opositor de investigar toda la relación comercial con Venezuela en la Cámara de Diputados. El jefe de la bancada K, Agustín Rossi, afirmó a través de un comunicado que el canciller Héctor Timerman y el ministro de Planificación, Julio De Vido, “desean concurrir al Congreso”. Después de las difundidas reuniones secretas con el ex embajador en el país caribeño Eduardo Sadous y el ex defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino, que la oposición impulsó en la Comisión de Relaciones Exteriores para recopilar información sobre supuestos actos de corrupción en el comercio bilateral, algunos diputados opositores pidieron la interpelación de ambos ministros en la Cámara baja. Sin embargo, la líder del GEN, Margarita Stolbizer –una de las promotoras de la interpelación– afirmó que ahora el oficialismo “quiere hacer la gran Macri. Cuando los quieren investigar piden su autojuicio”.

Rossi anunció ayer que Timerman y De Vido “están dispuestos a concurrir a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara para informar sobre todos los aspectos de la relación diplomática y la cooperación económica con la República Bolivariana de Venezuela”. El escueto comunicado concluye con la afirmación de que el oficialismo “propiciará la presencia en la comisión de ambos ministros, a la brevedad posible”. Una apuesta para salirles al cruce a las denuncias de la existencia de una “embajada paralela” en el intercambio comercial con Venezuela, como lo bautizó la oposición.

Tras las filtraciones a la prensa de la declaración secreta de Sadous ante los diputados de la comisión legislativa, Timerman pidió a Diputados que hiciera pública la declaración del diplomático. El objetivo del Gobierno era desmentir “las versiones intencionadas” que habrían vertido los legisladores de la oposición sobre los dichos del ex embajador en Venezuela y que a juicio de los diputados K “no aportaban nada nuevo de lo que Sadous ya había declarado ante la Justicia” y que a esa altura era públicamente conocido.

Pero el Grupo A impuso su mayoría numérica en el recinto y en la comisión para negarle la solicitud al canciller. Algunos legisladores opositores argumentaron que “había que respetar las reglas de juego” con las que se convocó a Sadous, es decir respetando la confidencialidad de sus respuestas a los diputados de la comisión parlamentaria.

Muchos de los diputados opositores, entre ellos Stolbizer, también expusieron entonces que no debía haber más reuniones secretas en las comisiones legislativas permanentes y reclamaron la conformación de una comisión investigadora. Sin embargo, la Comisión de Relaciones Exteriores, que preside el peronista disidente Alfredo Atanasof, citó a Mondino a un encuentro también reservado.

A pesar de que la reunión volvió a ser a puertas cerradas, las filtraciones insistieron en que Mondino había vinculado al Ministerio de Planificación y a De Vido en posibles ilícitos, de acuerdo con la denuncia anónima que el ex ombudsman nacional había tomado de un supuesto empresario afectado y que nunca había llevado a la Justicia. Tras esa reunión, Stolbizer pidió públicamente la interpelación del canciller y del ministro de Planificación. El único que presentó formalmente un proyecto en ese sentido fue el demócrata mendocino Omar De Marchi, pero solicitó citar sólo a De Vido.

Por eso el oficialismo, que considera que la oposición no tiene ningún elemento firme para continuar con la embestida, empuja ahora la presencia de los ministros para que se escuche dentro y fuera del Congreso la versión oficial. Claro que nadie apuesta a que esa estrategia parlamentaria pudo ser concebida sin la venia de la Casa Rosada.

Consultada por Página/12 ante la posibilidad de que Timerman y De Vido fueran al Congreso, Stolbizer sostuvo que ahora los diputados oficialistas “quieren hacer la gran Macri. Cuando los quieren investigar piden su autojuicio”. Luego amplió los conceptos a través de un comunicado: “Están blanqueando por el camino del atajo, para eludir la interpelación o la comisión investigadora. Por eso ahora el ofrecimiento para venir a las comisiones. No se puede seguir con reuniones secretas y parciales, ante un tema de tanta importancia institucional”.

La reclamada conformación de una comisión investigadora ya no está hoy entre las prioridades urgentes del Grupo A. El “emplazamiento” que la oposición impuso en el recinto de Diputados para que la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos convoque a una reunión incluyó una lista de veinte proyectos para crear al menos una docena de comisiones investigadoras. Entre ellas, la que revisaría toda la relación comercial con Venezuela.

Sin embargo, el arco opositor propondrá avanzar por ahora con sólo tres de ellas en la reunión finalmente pactada para el martes 3 de agosto, donde no figura lo que la propia oposición denomino como “diplomacia paralela”. “Preferimos seguir trabajando en la Comisión de Relaciones Exteriores para consolidar la información, antes de crear la comisión investigadora”, afirmó a este diario una de las diputadas opositoras que trabaja codo a codo con Atanasof sobre este tema.

El freno que la oposición le puso a la embestida aceleró la contraofensiva oficialista. El kirchnerismo parlamentario quiere despegar al Gobierno de las sospechas de haber cometido hechos de corrupción y defender la relación comercial con Venezuela, a la que considera “estratégica”.

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