La Iglesia Católica renovó ayer su preocupación por el “aumento de los delitos” durante el inicio de la 156º reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, presidida por el cardenal Bergoglio. “La inseguridad genera una sensación de desamparo que preocupa a todos”, afirmó el vocero episcopal Jorge Oesterheld. Los obispos continuarán hoy y mañana con sus deliberaciones y, además de ocuparse de asuntos pastorales, no pasarán por alto cuestiones de la agenda pública, como la discusión en torno del aborto y la reciente sanción de la ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Durante la celebración que se realiza todos los años en la Basílica de San Cayetano, el cardenal Bergoglio había pedido días atrás “mayor protección” para la ciudadanía ante la inseguridad y “frente a tanta violencia en las calles”. Si bien en ese momento el titular de la Conferencia Episcopal Argentina no apuntó directamente a las autoridades nacionales con su demanda de mayor seguridad, sí insistió en remarcar que “ya sabemos que el que sale a la calle necesita protección”.

El cónclave de obispos comenzó en la mañana de ayer en la sede episcopal ubicada en Suipacha 1032, en el barrio de Retiro. El tema estuvo presente, como lo sugieren las declaraciones formuladas por Oesterheld, quien sin embargo se encargó de aclarar que la cuestión “no figura en la agenda” formal de los religiosos.

En rigor, la veintena de obispos reunidos al mando de Bergoglio se juntan a hablar de asuntos “pastorales”, pero quienes conocen la interna de la Iglesia Católica afirman que al cabo de la reunión del Episcopado surgirá el debate por el papel de la Iglesia en la discusión del matrimonio entre personas del mismo sexo. En este sentido, fuentes eclesiásticas anticiparon que serán días de discusiones internas “caldeadas” y “de pase de facturas”, sobre todo por la estrategia seguida para “oponerse a la norma que impulsó el gobierno kirchnerista para permitir el casamiento homosexual”. El sector más crítico a la conducción lo encabeza el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quien después del fracaso de la posición sostenida por la Iglesia Católica continuó defendiendo la táctica de endurecer el discurso y mantener las manifestaciones callejeras pese al revés sufrido en el Congreso.

“Sin duda, hacia adentro de la Iglesia hay mucha preocupación porque creemos que eso no es bueno para el bien común de nuestra sociedad”, afirmó Oesterheld en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Aunque el hermetismo fue absoluto, también se descuenta que se planteará el tema del avance legislativo de proyectos para despenalizar el aborto o reglamentar los casos no punibles permitidos en el Código Penal, a fin de evitar la judicialización de esos casos. Sobre la discusión que se viene dando en torno de este tema, el director de prensa del Episcopado también afirmó “no está en el temario”, pero si los obispos sacan el tema “se tratará”. Oesterheld enfatizó además que la Iglesia “tiene una postura clara y repetida sobre el aborto”. La reunión tendrá “carácter interno”, por lo cual no se espera en principio que haya un pronunciamiento mañana, al término de las deliberaciones.