Mauricio Macri tiró por la ventana la invitación de la oposición de asistir el martes a una sesión especial a dar explicaciones por su procesamiento firme por las escuchas ilegales. En lugar de eso estará el lunes tempranito (a las ocho de la mañana) para escuchar las preguntas de los legisladores madrugadores. El jefe de Gobierno anunció su decisión en un almuerzo con sus 24 diputados, a los que les dio el visto bueno para integrar la comisión investigadora especial. En una reunión posterior, definió quiénes serán sus defensores en esa comisión, que tendrán la misión de negociar un presidente “moderado” de la oposición y garantizarle a Macri algún control sobre los testigos que citarán.

“Golpe de Estado”, “pelotón de fusilamiento”, “comisión lijadora”, “golpe institucional”, fueron algunas de las definiciones que eligieron los legisladores del PRO para la comisión investigadora especial que ahora integrarán a pedido de Macri. El líder de PRO cortó de entrada las objeciones que sus diputados habían hecho en público. “Muchachos, hay que integrar”, les dijo, cuando los recibió con empanadas, gaseosas y un gulash en el comedor del Palacio de Gobierno. Era contraproducente la ausencia total de macristas en la comisión que investigará las responsabilidades políticas por las escuchas ilegales y otras irregularidades en la creación de la Policía Metropolitana.

Los defensores de Macri se definieron luego en una reunión más acotada, en la que estuvieron, además del líder de PRO, el secretario general Marcos Peña, el vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Moscariello, y el secretario de Medios, Miguel de Godoy. Allí se decidió que la comisión la integrarán el peronista Ritondo, el radical PRO Martín Ocampo y tres legisladores cercanos a Michetti: Lidia Saya, Fernando de Andreis y Martín Borrelli. Otros candidatos del peronismo, como Helio Rebot y Alvaro González, quedaron afuera: Rebot forma parte de la Sala Juzgadora y su compañero de bloque preside la Comisión de Presupuesto, que deberá poner manos a la obra en los próximos meses con el Presupuesto 2011.

Tras la arenga inicial del jefe de Gobierno, la reunión fue relativamente distendida. Algunos legisladores se permitieron bromear sobre la hora que eligió Macri para concurrir a la Legislatura el lunes.

–Ibarra se va a tener que levantar temprano... Va a ser difícil –dijo uno de los presentes.

–Yo rindo las 24 horas –contestó Macri, con suficiencia.

No faltaron los pasos de comedia: al legislador Ocampo se le enganchó el saco a su silla y González tuvo que ayudarlo para que se pudiera levantar.

Borrelli planteó que debería existir un referente del espacio que concentrara el diálogo con otros sectores, en especial del Grupo A, donde las grietas permitieron que naufragara la estrategia del autojuicio político. Macri no le prestó demasiada atención. Se entretuvo contando una entrevista con Chiche Gelblung, en la que el conductor le dijo que le quería presentar a Juliana Awada como novia a Marcelo Tinelli. “Fue desopilante”, resumió el jefe de Gobierno, sobre el final del almuerzo.

Sus diputados fueron los que se ocuparon de dar la noticia, en una conferencia de prensa en la Legislatura. Ritondo aseguró que irán a la comisión “porque no tenemos nada que ocultar, y queremos ratificar ante la sociedad que el Gobierno de la Ciudad no espía. El espionaje es propio de los gobiernos totalitarios y nosotros respetamos las libertades públicas”. “Vaciar la comisión daría a entender que tenemos algo que ocultar –advirtió el dirigente peronista–. Vamos a integrarla, a pesar de que no compartimos los objetos de la misma”, dijo. Se sabe: los macristas querían conducir una contrainvestigación judicial que les apuntara a los funcionarios del gobierno nacional. Ritondo también confirmó que la amenaza de judicializar la votación era sólo eso: una amenaza.

La participación de los macristas en la comisión también les permitirá influir con sus votos sobre los testigos que se citarán y sobre quién la presidirá. El PRO apuesta a lograr acuerdos con un sector de la oposición porteña e imponer un titular “moderado”. Ayer, los macristas mencionaban a Julián D’Angelo, pese a que el socialista se autoexcluyó.

En tanto, Ritondo anunció la visita de Macri el lunes. El jefe de Gobierno primereó a los opositores para dejar en claro que nadie le dicta los pasos a seguir ni le indica cuándo ir. Eligió el horario matutino para evadir el prime time televisivo. Macri tendrá un tiempo ilimitado al comienzo y luego cada bloque contará con veinte, quince o diez minutos para preguntar, según su cantidad de bancas. “Consultamos a todos los bloques y ninguno tuvo oposición. Queremos evitar un show mediático. La decisión es venir y cuanto antes, para el jefe de Gobierno es mejor”, sostuvo el jefe del bloque PRO. A Macri lo procesaron el 14 de mayo.