Reivindicando su pertenencia al peronismo y su gestión, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer que nunca había enviado “una ley que avergonzara a los hombres y mujeres que militan en mi partido desde hace años”. En la flamante sede del Centro Cultural Bicentenario (ex Correo Central), la mandataria presentó el Plan Estratégico Territorial Bicentenario y aprovechó para enviar un mensaje a la oposición y reafirmó la dirección del período iniciado por Néstor Kirchner en 2003 al asegurar que “existe un país posible y distinto del Consenso de Washington, cuyo modelo único e indiscutible fracasó”.

“Creo en el debate de las ideas. Sólo me asusta la negativa, la mediocridad, el no por el no mismo. Eso no permite crecer como sociedad. Pero ello no significa tener que pensar igual, sino poner las mejores ideas de cada uno”, dijo Fernández de Kirchner promediando su discurso. El tiro por elevación fue para la oposición, ya que el Ejecutivo enviará al Congreso el anteproyecto de ley del Plan Estratégico Territorial 2016 que presentó ayer. Por ello resaltó que el documento “sea debatido en todos los foros posibles, como lo fue con la ley de medios”, porque el anteproyecto “está destinado no a ser una política de Gobierno, sino una política de Estado, que tiende a quebrar las inequidades de desarrollo de todo nuestro territorio”.

La presentación del proyecto fue realizada en la sede del ex Correo Central con la presencia de gobernadores de todo el país y funcionarios del gabinete nacional. La Presidenta explicó que la iniciativa “tiende a que la gente no tenga que emigrar de sus tierras, que pueda desarrollarse en sus pueblos, quedarse en su lugar, porque allí tienen la infraestructura, tienen el trabajo y su cobertura social”. En ese sentido, para reforzar el contenido del proyecto, CFK recordó que el presidente estadounidense, Barack Obama, “presentó un plan de infraestructura por valor de 50 mil millones de dólares para reactivar la economía y es la primera potencia del mundo porque necesitan impulsar la creación de puestos de trabajo” y detalló que “cuando todo se derrumba, cuando todo se cae, los mercados desaparecen y está el Estado para prevenir y reparar”, como sucedió en el país en el 2001.

Con el tratamiento del anteproyecto en ciernes, en alusión a la oposición la Presidenta solicitó “dejar de lado las descalificaciones” y advirtió que “hay pequeños grupos que no quieren estas cosas porque el negocio han sido las diferencias” y en la misma línea agregó que el Gobierno buscaba “la planificación del país real, con una intervención territorial federal destinada a romper las inequidades no sólo sociales, sino también geográficas”. Fernández de Kirchner acentuó que se enorgullecía, “como militante no como Presidenta, que nunca envié una ley que avergonzara a los hombres que militan en mi partido” y resaltó también que en su mandato se haya “recuperado la memoria, la justicia y la verdad en la Argentina”.

A su turno el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, resaltó del anteproyecto que promovía “el derecho al desarrollo en las regiones de origen de cada ciudadano” y lo comparó con el Plan Quinquenal de la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, que quedó trunco por su derrocamiento en 1955.