Dom 19.09.2010

EL PAíS  › DOS FISCALES QUE PODíAN COMPROMETER A MACRI NO IRáN A DECLARAR MAñANA A LA COMISIóN INVESTIGADORA

Ausencias como mecanismo de defensa

Son Germán Garavano y Agustín Gamboa, quien en la Justicia reconoció que el espía Ciro James lo fue a ver en nombre de la Metropolitana. La oposición sospecha de la intención del PRO de vaciar la comisión. Podría promover la interpelación de ambos funcionarios.

› Por Werner Pertot

Dos funcionarios PRO anunciaron su ausencia mañana en la primera sesión de testigos de la comisión investigadora especial (CIE) sobre las escuchas ilegales. Son dos fiscales que podían comprometer a Mauricio Macri, dado que sus testimonios demostrarían que Ciro James estaba trabajando de hecho para la Policía Metropolitana. En la oposición porteña evalúan que este primer faltazo puede ser el comienzo de una estrategia del jefe de Gobierno para vaciar la CIE, por lo que existe la posibilidad de que los citen a través de una interpelación en el recinto. El bloque PRO, en tanto, seguirá con denuncias rimbombantes: un contrato de Ciro James en River y una amenaza con una hoja de lija al jefe del bloque PRO forman parte del menú.

El fiscal general Germán Garavano y el secretario general de Política Criminal Agustín Gamboa eran los dos principales testigos de la sesión de mañana, la primera en la que la CIE empezará a entrevistar a funcionarios PRO por el caso de escuchas ilegales. Fueron citados porque Gamboa reconoció en la causa judicial que James lo fue a ver en nombre de la Metropolitana junto con el entonces número tres de la fuerza Roberto Ontiveros. La gestión PRO siempre aseguró que James era un “simple aspirante” a la Metropolitana y que nunca había llegado a cumplir funciones. En la carta en la que se excusó de asistir a la CIE, Gamboa sostuvo que “el testimonio que puedo aportar es el ya brindado” en el expediente judicial, pese a que la Legislatura investiga responsabilidades políticas, no delitos. “Nada más tengo para agregar a lo ya manifestado”, se escabulló Gamboa, quien planteó que sólo declarará por escrito.

Garavano es el superior de Gamboa y, al igual que él, fue designado por el PRO. Los dos provienen de la ONG Unidos por la Justicia, que fundó Francisco de Narváez y que recibió interesantísimos subsidios del gobierno porteño. En la extensa carta que le envió al presidente de la CIE, Martín Hourest, Garavano arguyó que por ser miembro del Poder Judicial no puede ser citado a declarar, que esto podría llevarlo a prejuzgar ante un eventual juicio político a Macri e interpretó que si lo quieren interpelar, necesitan –según sus cálculos– los dos tercios del total de los legisladores. Al igual que Gamboa, pidió que se le envíen las preguntas por escrito, y a otra cosa.

“Garavano tiene que asumir que es el abogado de la ciudad, no el abogado de Macri”, consideraron en la oposición porteña, donde evalúan que si el fiscal general sigue negándose a asistir, es posible que lo interpelen. Y recordaron que incluso pueden llegar a removerlo de su cargo.

La ausencia de funcionarios macristas no será el único problema que deberán enfrentar los investigadores. Como ya lo demostró con la denuncia contra Aníbal Ibarra, el bloque PRO lanzará conferencias de prensa escandalosas para tapar la presentación de testigos que puedan comprometer al jefe de Gobierno. También ofrecerá listas interminables de testigos propios (esta semana fueron 12 los propuestos) con el fin de que se llegue al 15 de diciembre con poco y nada investigado. En esa fecha termina la actividad de la CIE y deben presentar un informe final.

El titular del bloque PRO, Cristian Ritondo, dejó avances en Twitter de lo que vendrá: “El triple agente 00james, amigo de Aníbal Ibarra, trabajó en River y no en Boca Jr. Ampliaremos el lunes”. Se trataría de una empresa vinculada con James que habría sido contratada por River. En la bolsa de denuncias, también tienen una supuesta amenaza a Ritondo. El legislador entró el viernes al Salón Montevideo en medio de la sesión de la CIE con una carpeta amarilla y les dijo a sus compañeros de bloque que el personal de seguridad la había encontrado en un baño de hombres. Decía en la tapa “Cristian Ritondo, oficina 224”. Adentro había una amenaza escrita en computadora y una hoja de lija, en alusión a la “comisión lijadora” que denuncia el PRO. Los macristas ya habrían conseguido los videos de seguridad donde se vería quién fue el que dejó la carpeta: aseguran que se trataría del asesor de un diputado opositor. En la semana, una nueva conferencia de prensa promete, cual programa de chimentos, mostrar el video.

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