Daniel Leonardo, el cuñado de Mauricio Macri que fue víctima de las escuchas telefónicas del tándem Jorge Palacios-Ciro James, está internado en la Clínica Psiquiátrica del Parque desde el viernes pasado. Se trata del mismo instituto en el que estuvo en su momento Diego Maradona. Según parece, Leonardo está afectado por desórdenes psiquiátricos a partir del tiroteo que sufrió frente a su casa, pocos días después de que se conociera que lo habían espiado. El viernes tomó su medicación habitual, pero también consumió alcohol, y la mezcla provocó un cuadro serio de intoxicación que derivó en la internación.

Los allegados a Leonardo afirman que varios hechos lo vienen desestabilizando. Por un lado, el ataque en la puerta de su casa en Ituzaingo, en noviembre del año pasado. El caso está por llegar a juicio oral y la persona detenida fue imputada por robo y lesiones. Es decir, que la Justicia no consideró el hecho como un atentado.

Paralelamente, el cuñado de Macri está citado por la comisión investigadora de la Legislatura. En su momento, dijo que creía que la escucha ilegal fue encargada por su suegro, Franco, pero con el visto bueno de su cuñado, Mauricio. Hoy en día hay una especie de pacto de no agresión con el líder del clan, pero con el jefe de Gobierno no se hablan. Todo indica que esa batalla dentro de la familia Macri –Leonardo está casado con Sandra, la hija de Franco– está congelada. Parece cantado que el testimonio de Leonardo será central en la investigación de los legisladores porteños, pero mientras esté internado es seguro que se va a excusar. Por último, Leonardo tendrá que declarar en un eventual juicio oral al jefe de Gobierno. Sin embargo, para esa instancia hay un largo camino por andar, pese a que Macri afirmó que quería que el proceso fuera veloz.