El presidente de la comisión investigadora especial de las escuchas ilegales (CIE), Martín Hourest, le respondió al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien se había mofado de la ausencia de testigos en los primeros días y había asegurado que la comisión carecía de seriedad. “Está al borde de la ilegalidad al llamar a funcionarios a no concurrir”, planteó el legislador, quien se reunió ayer con el juez federal Norberto Oyarbide para gestionar en nombre de la CIE la visita al penal de Marcos Paz, donde los legisladores tomarán testimonio a Ciro James y a Jorge “Fino” Palacios. Su Señoría no mostró inconvenientes con esta alternativa. En tanto, los macristas no se privaron de hacer su función del día: a las 11, se sentaron solos en el salón y cuestionaron a los opositores.

“Macri está al borde de la irresponsabilidad institucional y al borde de la ilegalidad”, advirtió el presidente de la CIE. “Si él está en un estado de sospecha y se dedica a generar descrédito primero sobre el Poder Judicial y luego sobre la Legislatura, entonces no hay gobierno en la ciudad. Además, en términos de ilegalidad, están convocando a funcionarios a no concurrir cuando su tarea tendría que ser plantearles que vayan, opinen lo que opinen”, sostuvo Hourest. “Ritondo dijo que el que viene se compra un problema. Están incitando a la desobediencia de funcionarios públicos”, cuestionó el legislador de Igualdad Social, quien había señalado que la ausencia de los fiscales Germán Garavano y Agustín Gamboa podía responder a una estrategia del PRO para vaciar la comisión.

Gamboa podría comprometer a Macri con su testimonio, ya que declaró en la causa judicial que recibió a Ciro James, que fue a verlo para hacer gestiones en nombre de la Metropolitana. Garavano fue designado por el PRO, forma parte de la ONG Unidos por la Justicia y, según denunciaron en la sesión del lunes, fue uno de los lobbistas en la Legislatura de la ex candidata de Macri al Tribunal Superior Daniela Bruna Ugolini.

Hourest había anunciado en la comisión que, dado que varios legisladores plantearon que se debía escuchar el testimonio de James y de Palacios, iba a iniciar gestiones con Oyarbide para que puedan trasladarse a la cárcel de Marcos Paz a escucharlos. El legislador fue a ver al juez y le dijo que el testimonio no sería secreto –deberán trasladarse taquígrafos y grabar la declaración, no irán periodistas–, pero que se garantizaba la voluntad de los detenidos de responder o no. También le pidió que averigüe si existe algún lugar en Marcos Paz donde se pueda realizar la audiencia.

El principal interés de los investigadores es preguntarle a Palacios por la creación de la Policía Metropolitana.

El magistrado estimó que era factible la visita a Marcos Paz, pero no trasladar a los detenidos a la Legislatura. Cuando le hagan el pedido oficial, Oyarbide comenzará a tramitar las condiciones de la audiencia.

Luego de un primer día de faltazos masivos, la segunda sesión de testigos se suspendió porque todos confirmaron su ausencia. Se trataba de una serie de oficiales de la Policía Federal que propuso el PRO y de la familia de Sergio Burstein. Los cinco macristas bajaron al salón donde se hacen las reuniones y acusaron a los opositores porteños de ser “funcionales al gobierno nacional”. También dijeron que era “sugestiva” la reunión de Hourest con Oyarbide, pese a que él la había anunciado en una sesión pública de la CIE la semana pasada.