EL PAíS › YASKY Y MICHELI SE COMPROMETIERON A ACEPTAR EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES
Los dos dirigentes de las listas que están disputando la conducción de la CTA se encontraron para fijar reglas de juego. Ambos aceptarán el veredicto de las urnas y todos se mantendrán en el seno de la Central.
› Por Nicolás Lantos
Hugo Yasky y Pablo Micheli, candidatos en pugna por la conducción de la Central de Trabajadores de la Argentina, firmaron ayer un acta en conjunto en la que se comprometieron a respetar el veredicto de las autoridades competentes en los comicios llevados a cabo el jueves pasado. Ambos dirigentes reafirmaron su voluntad de continuar trabajando de forma conjunta, más allá de los insistentes rumores de ruptura que se alternaron con acusaciones cruzadas los últimos días. En el documento, que acordaron los dos candidatos durante una sorpresiva reunión cara a cara que mantuvieron ayer por la tarde, ambas listas se comprometen “a acatar el resultado definitivo que surja de las dos instancias de resolución que son la Junta Electoral y el Comité Arbitral” y que “independientemente del resultado final” continuarán trabajando “dentro de la Central” para “seguir consolidándola”.
La prioridad es garantizar la continuidad del proyecto, coinciden desde ambos bandos. Ese fue el principal motivo del encuentro, que surgió por propuesta de Yasky luego de que su adversario lo llamara ayer por la tarde para intentar bajar la temperatura que había adquirido el conflicto. Así, finalmente se encontraron en un café en el barrio de Boedo: Micheli llegó acompañado por Adolfo “Fito” Aguirre, su mano derecha durante toda la campaña pasada; el docente llevó como padrino a Pedro Wasiejko, titular del sindicato de trabajadores de neumáticos y número dos en la boleta de la Lista 10. Ellos firmaron el documento de cuatro puntos en el que se basará la convivencia de las dos facciones dentro de la CTA una vez que se supere el episodio electoral.
El acta recuerda que son “todos compañeros” que han “compartido un pasado común en la construcción de la CTA” y forman “parte del campo popular”, por lo que “más allá de las distintas cifras” que se manejaron en estos días, se comprometen a “acatar el resultado definitivo que surja de las dos instancias de resolución que son la Junta Electoral y el Comité Arbitral”. También intentaron despejar las dudas sobre la continuidad de la CTA y descartar las posibilidades de una fractura, asegurando que “independientemente del resultado final” continuarán trabajando “dentro de la Central” para “seguir consolidándola”.
Fue una reunión cordial y distendida, café de por medio, que se estiró durante alrededor de una hora y en la que, “con pocas palabras”, se alcanzaron rápidamente los acuerdos mínimos que quedaron plasmados en el acta. Excluyendo encuentros ante las cámaras durante la campaña, hacía varios meses que ambos referentes no se veían cara a cara para hablar, pero un par de anécdotas rompieron rápidamente el hielo. Además del documento difundido ayer, alcanzaron otros compromisos, como prenda de buena voluntad en pos de un trabajo conjunto en el futuro.
En principio, ambas listas le exigirán a la Junta Electoral que ponga fecha, lo antes posible, a los comicios en los partidos bonaerenses de Esteban Echeverría y Ezeiza, que no se hicieron la semana pasada por común acuerdo entre todos los participantes. Además, respetarán la decisión que tomen las autoridades electorales con respecto a las impugnaciones que presentará la lista encabezada por Yasky respecto del proceso electoral en Mendoza y Tucumán. También se comprometieron a revisar, en un futuro cercano, el sistema electoral actual, que le da un amplísimo predominio al ganador, aunque se imponga por un solo voto. Por último, acordaron que la CTA en conjunto convocará, como prenda de unidad, a una marcha masiva a Plaza de Mayo para exigirle al gobierno nacional la personería gremial, sea quien fuere que finalmente se imponga en la contienda.
“Después de este proceso electoral hay que restañar las heridas y hay que volver a recomponer el tejido de la Central –advirtió Yasky en diálogo con Página/12–, cualquier alternativa puede ser válida en la búsqueda de garantizar la unidad, pero esa discusión tiene que ser posterior a que se sepa cómo votaron los trabajadores, a quienes les debemos una respuesta clara.” En el mismo sentido, Micheli celebró haber recuperado el contacto directo, ya que “si hay diálogo no hay ninguna diferencia insalvable” entre ambos que ponga en riesgo la unidad de la CTA.
Ahora, sólo resta esperar a que la Junta Electoral presente los resultados definitivos del escrutinio, algo que se viene retrasando desde el jueves pasado. Ayer, Yasky los intimó mediante una conferencia de prensa a darlos a conocer antes del jueves, día en el que vence el mandato de las actuales autoridades, dejando a la Central en una situación de acefalía. Micheli, por su parte, coincidió en que los resultados deberían hacerse públicos “antes del viernes”. Luego será el momento de las impugnaciones: la lista encabezada por el docente ya anticipó que hará observaciones sobre los comicios tucumanos y mendocinos, adonde asegura haber visto irregularidades. En caso de que la JE (en la que los michelistas son mayoría) no dé lugar a estos reclamos, entrará en juego el Comité Arbitral, un quinteto de notables elegidos de común acuerdo entre todos los sectores, que tendrá la última palabra en el asunto y el compromiso renovado por ambos bandos de respetar la decisión que terminen tomando.
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