Los principales sindicatos docentes porteños cumplieron ayer con la primera jornada de un paro de 48 horas, tras el fracaso de la negociación a la que había convocado el ministro de Educación de Buenos Aires, Esteban Bullrich. La medida de fuerza afectó en especial a las escuelas públicas y, según la ceterista Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), tuvo un acatamiento del 95 por ciento.

La magnitud de la huelga fue admitida por las propias autoridades porteñas, que si bien salieron al cruce de los datos difundidos por los sindicatos, consignaron una adhesión del 80 por ciento entre los maestros. El Ministerio de Educación de la ciudad afirmó que los directores, en cambio, adhirieron a la protesta en un 50 por ciento. En el sector privado el acatamiento fue –de acuerdo con el parte oficial– “menor del 5 por ciento” y casi “no afectó” el dictado de las clases en esos establecimientos.

Además de la UTE, convocaron a la huelga Ademys, CAMyP, ADEF, Sedeba, AMET y los privados del Sadop. Los docentes porteños, que hoy cumplirán la segunda jornada de paro, recibieron la solidaridad de la Unión de Docentes de Buenos Aires (Udocba).

La medida de fuerza en la ciudad se concretó tras el fracaso de la negociación entre los gremios y Bullrich. El titular de la cartera de Educación de la ciudad había propuesto adelantar en un mes el pago de un aumento pero advirtió, a su vez, que descontaría los días de huelga, lo que terminó de irritar a los maestros.