Los radicales afines al oficialismo se reunirán mañana en Buenos Aires para confirmar su respaldo al Gobierno y comenzar un armado propio de cara a 2011. Este relanzamiento del espacio radical K contará con la presencia de medio centenar de referentes, entre intendentes y legisladores, del Partido de la Concertación-Forja liderado por la diputada nacional Silvia Vázquez. “Queremos reafirmar nuestra identidad, decir que somos radicales progresistas y que por eso no estamos en la UCR”, afirmó el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, vicepresidente de la fuerza.

El acto tendrá lugar en la Biblioteca Nacional, donde Vázquez y López explicarán su intención “de convertirse en un sector de importancia estratégica en el armado político que debe sostener el modelo que impulsa el gobierno nacional” luego del fracaso de la alianza de la fórmula Cristina Kirchner-Julio Cobos. También hablarán el intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, y el de Vicente López, Enrique “Japonés” García, las otras caras visibles del espacio.

“Esto de ser radicales o peronistas ya está viejo. Desde la década de los ’90 quedaron dos grandes veredas: neoliberal-conservadora o progresista–popular. O estás de un lado o estás del otro”, evaluó Gustavo López. Para el funcionario, el gobierno de Néstor Kirchner encaró desde 2003 una serie de acciones “en línea con las reivindicaciones históricas del primer (Raúl) Alfonsín”, mientras que su partido de origen se fue alejando de las banderas del centroizquierda. Esto explica –asegura– el surgimiento de los radicales K.

¿Qué pasa, entonces, con la figura de Ricardo Alfonsín? “Todos los que formamos parte de este espacio tenemos una muy buena relación personal con él –reveló López–. Pero en términos políticos vemos que está atado a un modelo conservador de centroderecha. Aún no le ha tocado votar en temas cruciales.”

El grupo también mantiene una relación ambigua con el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, quien a menudo es definido como “radical K”, pero que no integra la Concertación. En efecto, Saiz es aliado del gobierno nacional, pero formalmente es parte de la estructura de la Unión Cívica Radical.

Limitados por la nueva ley de reforma política, su estrategia de cara a las elecciones adoptará distintas formas según el distrito. El objetivo mayor será formar parte de las listas oficialistas, como se está negociando con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, pero allí donde no se logre, los radicales K no descartan armar fórmulas propias que puedan ir por fuera del PJ y de la UCR. “La idea es convertirnos en árbitros de la elección”, detalló López.

A pesar de haber quedado diezmado luego del giro opositor de Cobos, el radicalismo kirchnerista aún conserva algunos referentes de peso en el interior del país, en especial en Córdoba, donde el espacio ostenta una decena de intendencias, incluyendo las de la capital (Daniel Giacomino), Villa Dolores (Juan Pereyra) y Villa General Belgrano (Fabián Hoss). Las otras tres provincias en las que tienen cierta incidencia son Chaco, Corrientes y Misiones, donde el dirigente de referencia es Edwaldo Rindlfleish, el intendente de Oberá.

Todos ellos se darán cita mañana en las instalaciones de la Biblioteca Nacional, en un acto al que está invitado el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner (aunque su asistencia no fue confirmada), y que estará precedido por varias mesas de debate. Entre ellas se destaca un panel sobre medios de comunicación a cargo del politólogo Atilio Boron, el director de Flacso, Luis Alberto Quevedo, y el coordinador general de Afsca, Luis Lázzaro. También hablarán el escritor Vicente Zito Lema y el músico Víctor Heredia.

Para López, el encuentro será una muestra de que sus integrantes continúan aliados al gobierno “por convicción”. “Estamos apoyando un modelo junto a quienes no les interesa volver al radicalismo conservador”, concluyó.