Esta semana terminará de declarar el último testigo uruguayo en la causa en la que se investiga lo sucedido en el centro clandestino Automores Orletti, por el método de videoconferencia desde el edificio del Mercosur, en Montevideo, para el Tribunal Oral Federal Nº 1, en Comodoro Py. Por allí desfilaron varios ex detenidos y familiares de víctimas que narraron los horrores que debieron padecer en el marco de la acción represiva conjunta de las Fuerzas Armadas argentinas y uruguayas del Plan Cóndor, algunos de ellos conocidos como el senador frenteamplista Rafael Michelini o la ex vicecanciller Belela Herrera. Es la primera vez que oficinas del Mercosur se utilizan para juicios por crímenes de lesa humanidad.

El pedido para que las audiencias se realizaran desde allí partió del propio TOF 1, que le hizo llegar una carta a la Secretaría del Mercosur que dirige Agustín Colombo Sierra, ex subsecretario de Asuntos Latinoamericanos y ex jefe de gabinete de la Cancillería argentina.

El pedido fue cuestionado por la defensa de los represores que son juzgados en Buenos Aires –entre los principales acusados están Raúl Guglielminetti, Osvaldo Forese, Honorio Martínez Ruiz y Manuel Cordero–, que estimaban que no debían considerarse válidos los testimonios realizados fuera de sede judicial. Pero el TOF 1 opinó lo contrario y destacó que el Edificio del Mercosur disponía de los medios adecuados para conectar Montevideo con los Tribunales de Comodoro Py en videoconferencia. Luego de la consulta a los representantes de los países del bloque, Colombo Sierra aprobó que se utilicen las instalaciones del elegante edificio de la costa montevideana para tomar audiencias a uruguayos que pasaron por Orletti y otros testigos en condiciones de aportar información a la prueba. En el centro clandestino desaparecieron, entre muchos otros, Carlos y Manuela Santucho –hermanos del jefe del ERP, Roberto Santucho– y María Claudia García Iruretagoyena –nuera del poeta Juan Gelman.

El pasado jueves fue la penúltima audiencia y la última se realizará la semana entrante. Colombo Sierra resaltó que “es un hecho histórico que el bloque regional colabore con la Justicia de un país miembro en una causa por violaciones a los derechos humanos”. En diálogo con Página/12, añadió que “tradicionalmente, el Mercosur ha trabajado sobre temas comerciales y de inversión, pero en los últimos años la temática política, social y cultural va complementando ese eje inicial”.

El director de la Secretaría del Mercosur puso de relieve el hecho de que los países de la región en democracia hubieran resuelto poner la infraestructura común para que se investigue lo que los mismos países hicieron durante las dictaduras. “Poner la sede para una causa de lesa humanidad, que afectó a uruguayos y argentinos en Buenos Aires, demuestra un paso adelante del Mercosur. También cooperan con el Tribunal autoridades de derechos humanos del bloque regional, como Víctor Abrahamovich, las asociaciones uruguayas de ex detenidos y las representaciones diplomáticas en Uruguay en audiencias que aportarán elementos de prueba más completos para el Tribunal cuando llegue el momento de evaluar la suerte que les corresponde a los represores”, concluyó.