Carlos Heller no quiere ser un simple espectador en las próximas elecciones porteñas. Hace cuatro años acompañó al kirchnerista Daniel Filmus en la fórmula a la Jefatura de Gobierno y en 2009 encabezó la lista de candidatos a diputados del frente electoral que Néstor Kirchner armó en la Ciudad de Buenos Aires. Decidido a mantener su protagonismo, el cooperativista va a jugar otra vez una ficha con su nombre en el distrito y analiza en qué sitio del paño le conviene ubicarla. Quienes lo siguen en el Partido Solidario lo alientan a avanzar en un esquema similar al de su socio Martín Sabbatella en la provincia y tributar desde una boleta propia al Kirchner que se postule a la presidencia. Heller tiene resuelto postularse y no descarta esa alternativa, aunque sostienen que en principio es necesario hacer todos los esfuerzos para confluir en un mismo armado con el oficialismo y enfrentar en conjunto a la “derecha macrista”.

El caballito de batalla de Heller por estos días es el proyecto de Ley de Servicios Financieros, una iniciativa suya que el bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario tomó como propia. La derogación de la Ley de Entidades Financieras de la dictadura militar es una bandera histórica del movimiento cooperativo que Heller se comprometió a llevar a la Cámara de Diputados. Lo mismo, la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, para lo cual acaba de presentar otro proyecto, y el impulso a las pymes.

La aprobación de esas iniciativas sería una buena carta de presentación electoral. Heller se propone sacar el debate sobre el proyecto de servicios financieros fuera de los límites del Congreso e instalarlo en la sociedad, convencido de que sólo así será posible terminar con un sistema que privilegia la especulación en lugar de promover el desarrollo económico y social. En línea con ese objetivo, el Partido Solidario puso en marcha una campaña de recolección de firmas y cuenta para eso con el apoyo del movimiento cooperativo. Al mismo tiempo, Heller recorre el país para presentar personalmente su proyecto.

Las salidas al interior también le permiten a Heller posicionar al Partido Solidario. La fuerza que conduce el cooperativista ya obtuvo la personería definitiva en la Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. No sólo se trata de los principales distritos del país, sino que además suman los cinco necesarios para tramitar la personería a nivel nacional y participar plenamente en las presidenciales del año próximo.

En el plano nacional, Heller avanza en la consolidación de su alianza con Sabbatella. La estrategia que se plantearon es trabajar cada uno por su lado con la construcción de su respectiva fuerza para después confluir en los distritos donde sea posible y presentar candidatos comunes bajo el sello del Nuevo Encuentro Popular y Solidario. Juntos o separados la decisión es “apoyar al Kirchner que sea candidato”; es decir, les resulta indistinto que sea Néstor o Cristina. “Si el candidato es otro –aclaran–, la cosa ya cambia.”

Así como en la provincia Sa-bbatella decidió sacar a relucir su tijera y postularse a gobernador de la provincia de Buenos Aires por Nuevo Encuentro sin llevar candidato a presidente –la apuesta es el corte de boleta en combinación con la candidatura de Kirchner–, en el Partido Solidario empujan a Heller en la misma dirección. En la Ciudad de Buenos Aires todavía no está definido si las elecciones a jefe de Gobierno serán junto con las presidenciales. Hasta ahora siempre se han realizado por separado, pero esta vez a todos –léase a los eventuales candidatos presidenciales Kirchner, Pino Solanas, Mauricio Macri y Elisa Carrió– les conviene que sean juntas para traccionar electores desde la parte alta de la boleta. Existe una ley que establece que los comicios no pueden ser simultáneos, pero si el beneficio de que coincidan es generalizado su modificación pasaría a ser un simple trámite.

En la Ciudad de Buenos Aires el cooperativista tiene una alianza con el kirchnerismo previa a la que formó con Sabbatella a su ingreso a la Cámara baja, donde ambos conviven en un bloque que integran también los socialistas bonaerenses alineados con la Casa Rosada y desde el que han apoyado los principales proyectos del Gobierno.

Heller no se niega a fomentar también en la ciudad el uso de la tijera ni a lo que considera que sería aún mejor: armar una colectora del kirchnerismo en caso de que finalmente sean habilitadas. De todos modos, a quienes le plantean esa posibilidad los frena con la aclaración de que antes “hay que hacer todos los esfuerzos para mantener el proyecto que comenzó a construirse con Filmus en 2007”. Sea por su cuenta o asociado al propio Filmus, o a algún otro kirchnerista, Heller quiere que su nombre vuelva a estar en las boletas porteñas en 2011.