Martín Hourest (izq.) preside la comisión investigadora de las escuchas.

La comisión investigadora especial de las escuchas ilegales recuperó su ritmo luego del intento del macrismo de hacerla naufragar por falta de testigos y documentos. Los testigos empezaron a aparecer tras el fallo judicial que le permitió a la comisión (CIE) llevarlos por la fuerza pública y los expedientes hicieron su entrada luego de que los investigadores amenazaran con ir a buscarlos a la sede de la Policía Metropolitana. Esta semana está previsto un maratón de testigos: para mañana están citadas a declarar las víctimas de las escuchas, como Sergio Burstein, el empresario Carlos Avila y Néstor Leonardo, el cuñado de Mauricio Macri. El viernes, en tanto, deberán concurrir el ex ministro de Educación Mariano Narodowski, su ex jefa de Gabinete Roxana Barroso y el secretario de Recursos Humanos porteño, Andrés Ibarra. Si no van, serán llevados de la mano por la Policía Federal.

El presidente de la CIE, Martín Hourest, se comunicará el martes con las autoridades de la comisión bicameral de inteligencia del Congreso nacional para acordar una reunión en conjunto de las dos comisiones. “En función del estado de sospecha y dada la imposibilidad de entender cómo funcionan realmente los servicios de inteligencia, me voy a dirigir a la comisión parlamentaria para establecer protocolos de colaboración. Nosotros reclamamos que ese mecanismo se active, pero hasta ahora el PRO no hizo nada para llevar adelante esa propuesta”, indicó Hourest.

El legislador de Igualdad Social también tendrá que hablar con el ministro de Justicia de la Ciudad, Guillermo Montenegro, para acordar los días en los que los legisladores y sus asesores irán a revisar la documentación que todavía adeuda el funcionario. En la última sesión, el legislador Raúl Fernández planteó que “la prueba documental sobre las compras y contrataciones de la Metropolitana no está. Lo que hay es un absurdo listado de expedientes en un Excel, sin firma ni sello. Esto es muy poco serio por parte del Ejecutivo”. Tras un pequeño debate, mandataron a Hourest para que estableciera con el ministro los días en los que irán a revisar los expedientes de las compras, que la gestión PRO guarda tan celosamente. “Queda claro que no van a mandar la documentación. La vamos a tener que ir a buscar”, planteó Fernández.

Que vayan pasando

Mañana, los investigadores tendrán una sesión maratónica de testigos que podría extenderse hasta el miércoles o el jueves. Se trata de la totalidad de las víctimas de las escuchas. Entre ellas, está Burstein junto con su esposa, Dora Viotti, y su hija Glenda (pedidas por el PRO), el empresario Avila, el cuñado de Macri –si sigue internado en un neuropsiquiátrico, podría ir su abogado en su lugar–; el directivo de TyC Sports Federico Infante, yerno de Avila; el socio del estudio de abogados Iribarren, Francisco Castex; además de otras de las víctimas como Susana Saint Porres, Daniela Rocca, Jorge Enrique Navarro Castex y Rodrigo Blas Velazco. A esos once testigos, se sumará el decano de Derecho de la Universidad de La Matanza, Alejandro Finochiaro, quien se ofreció a concurrir por su propia voluntad. Las otras dos autoridades de esa institución citadas, el rector Daniel Martínez y el decano Fernando Luján Acosta, siguen en rebeldía y serían llevadas con la policía.

El viernes irá el rector de la Universidad de Tres de Febrero, Aníbal Jozami, y están citados judicialmente los funcionarios y ex funcionarios PRO que se negaron a concurrir en la primera oportunidad. Están convocados Narodowski –dijo que no pensaba volver, porque ya había dado explicaciones ante la Legislatura–, Ibarra y Barroso. También el director de Asuntos Legales del Ministerio de Educación, Cesar Neira, y Carlos Lelio, que firmó el contrato con Ciro James. Si no concurren el viernes, serán escoltados por la policía el lunes 18.

También citaron al ex auditor interno del ministerio Roberto Ayub, quien declaró en la causa la semana pasada. Lejos de la versión PRO, Ayub aseguró que a James lo contrataron por orden de Barroso, una ex funcionaria cercana a Narodowski a quien el PRO le consiguió un cargo de asesora luego de que debiera renunciar al ministerio. Ayub también dijo que el espía no tenía experiencia en el área, donde lo contrataron con un sueldo de 6 mil pesos. Para completar el maratón de testigos del viernes, también están citados los policías de la Federal que le tomaron la declaración a la hija de Burstein y que fueron requeridos por el PRO.

Los que siguen

Los macristas dieron en la última sesión los nombres de los testigos que piensan proponer a futuro, para apuntalar la supuesta relación entre James y Aníbal Ibarra. Además de tres ex funcionarios a los que piensan interrogar sobre la tenencia precaria de un locutorio en el Parque de la Ciudad que consiguió James en 2002, exigieron citar al ex secretario de Seguridad de Jorge Telerman, Diego Gorgal. Además dejaron en claro que intentarán acelerar el paso por la CIE de Montenegro, del titular de la Metropolitana, Eugenio Burzaco, y del auditor externo de esa fuerza, Gustavo Morón. Sin embargo, los opositores plantearon que los citarán una vez que tengan toda la documentación que requirieron y puedan preparar sus preguntas.

Desde Proyecto Sur propusieron llamar a declarar al responsable de The Ackerman Group, la empresa de seguridad que contrató Franco Macri y a la que su hijo acusa veladamente de hacer las escuchas ilegales, y también al ex agente especial del FBI Richard Ford, quien conoció a Palacios cuando viajó a la Argentina a supervisar la investigación por el atentado a la AMIA. En su paso por la Legislatura, Macri admitió conocerlo: “Creo haberlo visto en aquel fatídico año ’91, porque era parte de la agencia Ackerman, que fue contratada por mi padre por recomendación de la Embajada de los Estados Unidos”, dijo. Luego negó que Ford haya sido consultado para definir la designación de Palacios al frente de la Metropolitana.