El paisaje era poco habitual: unos quinientos soldados/as vestidos de uniforme compartían la Galería de los Patriotas con funcionarios, ministros y la Presidenta. Eran los destinatarios de los anuncios: la extensión del Plan Finalización de Estudios (FinEs) para que los voluntarios de las Fuerzas Armadas completen el secundario y se capaciten en oficios. “Se están viviendo momentos de profundo cambio en nuestras instituciones. Una de las señales de este cambio es la interacción e integración entre las Fuerzas Armadas y la sociedad argentina”, dijo Cristina Fernández al entregarles también netbooks a los soldados-estudiantes. Unos 2900 voluntarios militares están cursando ya el FinEs y se pretende llegar a 6000 el año próximo.

Acompañada por los ministros de Educación, Alberto Sileoni; de Defensa, Nilda Garré; de Trabajo, Carlos Tomada; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, y los jefes del Ejército, la Armada y la Aeronaútica, la Presidenta dijo que “éste es un cambio en positivo” y que es “uno de los pilares del modelo de gestión” del Gobierno, basado en la democratización de las instituciones y el acceso a la educación para todos los argentinos.

El programa FinEs se puso en marcha en 2008, orientado en principio a jóvenes que adeudaban materias del nivel medio; el año pasado se extendió a quienes no habían completado ni la primaria ni la secundaria. Más de 220 mil egresados y 700 mil inscriptos muestran la magnitud del programa. “La idea es capacitar a todos y cada uno de estos hombres y mujeres, tal como se viene haciendo en otros ámbitos”, remarcó la Presidenta, y señaló que el objetivo es sumar herramientas que “permitan la movilidad social a través de la educación para que todos puedan alcanzar un trabajo digno y bien remunerado”.

En ese marco, la Presidenta aludió también al convenio de capacitación que se firmó con el Ministerio de Trabajo para incorporar “los oficios” como una nueva herramienta de capacitación para “los soldados y soldadas”. “Confío en que podrán utilizar estos instrumentos para capacitarse, todos necesitamos ser todos los días un poco mejor argentinos que el día anterior”, señaló.

El lanzamiento en la Casa Rosada destinado a los soldados voluntarios que desde 2005 reemplazaron a los conscriptos del Servicio Militar Obligatorio se da en el contexto del debate sobre el Servicio Cívico Voluntario. El Senado le dio media sanción al proyecto, impulsado por el vicepresidente Julio Cobos, para que chicos “en riesgo” de 14 a 21 años sean educados en oficios en los cuarteles. El oficialismo rechazó esa alternativa y la calificó de “estigmatizante”, porque la discusión en la Cámara alta se dio en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales en un paquete de medidas de políticas de seguridad y no se consultó ni a Defensa ni a Educación. En Diputados hay discrepancias internas en el propio bloque radical y del Peronismo Federal, así como en la Coalición Cívica, el GEN, Proyecto Sur y el socialismo.

En el Servicio Militar Voluntario se incorporan hombres y mujeres de 18 a 24 años –se puede prorrogar hasta los 28 años–, reciben un sueldo de 1600 a 2000 pesos, obra social, aportes jubilatorios y la posibilidad de completar estudios y aprender oficios. También pueden incorporarse a la carrera de suboficiales. Hay 17.200 soldados/as voluntarias –la mayoría en el Ejército– y prevén que en 2011 el Plan FinEs podrá darles la oportunidad de terminar sus estudios a 6000.