“Su gesto traidor lo va a pasar por encima en el marco de la Historia”, arremetió ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien consideró que Julio Cobos “es insignificante ante la decisión de defender los intereses de los argentinos”. De esta manera, el jefe de ministros volvió a fustigar la actitud del vicepresidente de desempatar a favor de la oposición en el debate sobre el aumento de las jubilaciones al 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil. Desde la UCR salieron ayer orgánicamente a defender la figura de Cobos, uno de sus precandidatos presidenciales junto a Ricardo Alfonsín. “El Gobierno no se banca que tenga más legitimidad social el voto” del vicepresidente “que el veto de la Presidenta”, respondió el Comité Nacional, en un comunicado.

El voto de Cobos del jueves a la madrugada despertó fuertes críticas en el oficialismo, que una vez más cuestionó la falta de apego del titular del Senado al voto popular, que lo eligió como compañero de fórmula de Cristina Fernández. Un día después de que la Presidenta lo llamara “vicepresidente okupa” a Cobos, el jefe de ministros volvió a condenar al mendocino: “La verdad que lo que ha hecho es malversar (su poder) y exhibir una profunda inmoralidad política”, disparó.

Cobos reiteró que continuará en su cargo a pesar de los cuestionamientos y consideró que “habrá que repensar las funciones del vicepresidente, mucho más cuando no se viene del mismo espacio político”.

En el texto que difundió ayer la UCR, el titular del partido, Ernesto Sanz, señaló que “otra vez el oficialismo, descargando su furia contra el vicepresidente, muestra una película gastada y sin sentido”. El senador consideró que Cobos hizo “una vez más” lo que tenía que hacer: “Defender el consenso mayoritario y a una importante franja poblacional desprotegida”. Esa encendida defensa del vicepresidente se produjo después de que tanto la Presidenta como ministros, legisladores y dirigentes kirchneristas apuntaran contra el mendocino. En un primer momento, el titular del Comité Nacional de la UCR no había respaldado concretamente al precandidato radical, sino cuestionado la posición del Gobierno respecto del aumento jubilatorio y su posterior veto.

“El radicalismo, así como gestó y acompañó el desempate de la 125, gestó y acompaña el desempate de Cobos del 82 por ciento móvil e insiste en que el veto de la Presidenta es una medida arbitraria, injusta e hipócrita”, insistió Sanz.

Por su parte, el diputado Ricardo Alfonsín, rival interno de Cobos para el 2011, admitió que las encuestas “lo deben colocar mejor” al vice tras el voto, y aclaró que “nosotros estamos construyendo un frente en el que puede haber más de un candidato” y la voluntad es que “lleguen todos en las mejores condiciones”. En contra de la lectura que indica que Cobos podría sacar rédito de los permanentes ataques del oficialismo, Alfonsín opinó que su condición de vicepresidente “lo coloca en una situación de inferioridad porque no puede hacer campaña, aunque ahora está un poco más activo”.