El ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, volvió a defender al jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, quien en el entierro de Leopoldo Fortunato Galtieri calificó al dictador como un “soldado disciplinado”. “No tenía una causa judicial, una condena, que impidiera la aplicación del reglamento”, dijo el ministro sobre el general que condujo al país a la guerra de Malvinas.
“El reglamento militar marca que cuando fallece un teniente general hay que hacerle un tipo de ceremonia, que en este caso fue muy reducida”, afirmó Jaunarena al ser consultado por radio sobre la actitud de Brinzoni, quien el lunes despidió con honores al dictador y dijo que su gestión ya estaba “en la historia”. El ministro aclaró, sin embargo, que tiene “un juicio muy crítico sobre lo que hizo Galtieri como presidente de la República”.
“Yo lamento que haya sido un episodio porque fue inevitable, porque la muerte es inevitable y nos retrotrae en el tiempo y por eso creo que es mejor superarlo en tanto y en cuanto no se cometa la apología de esos personajes de la historia argentina”, dijo Jaunarena.
–¿Quiere decir que no nos debería sorprender que cuando se muera Massera, el jefe de la Armada vaya a hacer también el homenaje? –le preguntó el periodista Román Lejtman.
–No creo que se produzca ningún homenaje en primer lugar porque Massera no es almirante ni nada que se le parezca (perdió el grado cuando fue condenado en el juicio a las Juntas).
–O sea que la diferencia es el grado.
–No. La diferencia es que uno es un hombre en retiro y otro es un hombre que no tiene grado.
–Por eso la diferencia es si “pertenecía” o no a la institución.
–Y sí, obviamente.
–O sea, no importa lo que hizo sino la pertenencia.
–No, no. Insisto. Me niego a seguir hablando porque no tiene ningún sentido y por otra parte no conduce a ninguna parte. Ya le dije que la condición de retirado merecía que se tome determinado tipo de medidas.
Como Brinzoni, Jaunarena se escudó en el protocolo, del que Galtieri pudo ser beneficiario por un tecnicismo. Como su condena por la guerra de Malvinas no había sido confirmada por la Corte Suprema cuando fue indultado, consiguió recuperar su grado militar. Pero el haber convertido el entierro de Galtieri en un homenaje oficial fue repudiado por políticos, funcionarios y representantes de organismos de derechos humanos.
Ayer, el jefe del Ejército, el ministro y el Presidente de la Nación fueron denunciados por “apología del delito” por los abogados Luis Llaneza y Pedro Rozenwurcel. Jaunarena y Eduardo Duhalde fueron involucrados por no haber tomado ninguna medida contra Brinzoni. La semana pasada, el abogado Manuel Gaggero también había iniciado una causa por el mismo hecho contra el jefe del Ejército.
En esta nueva querella se señaló que Brinzoni “realzó la figura del muerto desconociendo, a modo de intencional olvido, que el mismo se encontraba detenido con prisión domiciliaria por haber incurrido en varios delitos de lesa humanidad”. El dictador estaba procesado por el juez Claudio Bonadío por el caso en que una veintena de militantes montoneros fueron secuestrados en 1980, cuando regresaban al país como parte de la contraofensiva planeada por la cúpula de la organización. Brinzoni “no estaba hablando de un prócer sino, muy por el contrario, de un condenado indultado y de un detenido. Como jefe del Ejército debió respetar la historia y no mezclar a gente de la talla de San Martín con el detenido de mención”, se señaló en el escrito. Galtieri, además, tenía pedido de captura internacional librado por el juez español Baltasar Garzón y una causa abierta en Italia por los crímenes cometidos como parte de la Operación Cóndor, de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur durante la década del ‘70.