Diciembre será el mes de lanzamiento de candidaturas presidenciales de varios de los referentes políticos opositores. La saga la iniciará el radical Ricardo Alfonsín el 3 del mes próximo sobre un palco montado en la Avenida de Mayo y San José de cara a la Casa Rosada y con la cabeza puesta en la interna abierta con el vicepresidente Julio Cobos en agosto del año próximo. Eduardo Duhalde lo hará a mediados de mes, sin fecha ni lugar preciso, como precandidato del Peronismo Federal. El anuncio sorprendió incluso a los, por ahora, otros tres rivales dentro del PJ anti K: Felipe Solá, Alberto Rodríguez Saá y Mario Das Neves. Fernando “Pino” Solanas anunció a través de su Twitter que inscribirá su nombre entre los presidenciables durante el tercer congreso de Proyecto Sur que se realizará en el microestadio de Ferrocarril Oeste antes de Navidad.

Tras la conmoción inicial que produjo la muerte de Néstor Kirchner, varios líderes opositores decidieron salir a ratificar su propia identidad política y la de su proyecto con el lanzamiento de sus respectivas candidaturas presidenciales.

Alfonsín había diseñado su lanzamiento para el 26 de noviembre, pero, tal como informó Página/12, decidió pasarlo para el 3 de diciembre para no mezclarlo con el recordatorio del primer mes de la muerte de Kirchner. El palco sobre Avenida de Mayo y de cara a la Rosada tendrá toda la iconografía radical, pero cerca de Alfonsín todavía evalúan si es conveniente o no parar al lado del precandidato presidencial de la UCR a sus aliados más cercanos dentro del Acuerdo Cívico y Social, como el socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer.

Duhalde quiso poner fin a las dudas y consultas sobre su candidatura y ratificó su lanzamiento para mediados de diciembre. Lo hizo a través de su vocero Luis Ben, que lo plasmó en un comunicado. La postulación de Duhalde también tiene como objetivo de marcar la cancha al resto del peronismo disidente, al que reunió esta semana en una cena para ratificar su rol opositor al Gobierno y la intención de dar batalla electoral por fuera del PJ. Los incondicionales del ex mandamás del PJ bonaerense afirman que Duhalde no hizo más que confirmar lo que había decidido hace seis meses durante otra cena en la sede porteña del sindicato gastronómico. En la mesa que compartía junto a su esposa Chiche, su yerno Gustavo Ferri y el núcleo de conducción de la CGT Azul y Blanca, que encabeza Luis Barrionuevo, dijo que se lanzaría a fin de año, que iba a competir y a recorrer el país. Ahí dijo la frase que luego repetiría en cada reunión del PJ anti K en referencia a Néstor Kirchner: “Me tengo que hacer cargo de mis errores. Yo traje al loco y yo lo tengo que sacar”.

Pino Solanas salió a desmentir en su Twitter la versión que afirmaba que se había bajado de la pelea presidencial para competir por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: “Voy a lanzar mi candidatura presidencial en diciembre durante el tercer congreso nacional de Proyecto Sur”, twitteó. El cónclave estaba previsto para este mes y hasta señalaron el alquiler del microestadio de Ferrocarril Oeste, pero la muerte del ex presidente obligó a postergarlo.

“No estamos en el cálculo chiquito y yo voy a ser el candidato presidencial de un proyecto nacional. No les vamos a regalar nuestra construcción y los votos a las dos o tres fórmulas que presentará el bipartidismo en 2011”, dijo Solanas a Página/12. El cineasta afirmó que la decisión ya se había ratificado el sábado pasado en un encuentro con dirigentes de Proyecto Sur de todas las provincias. Una postura que también impulsan las fuerzas políticas aliadas que tienen atado su desarrollo territorial a la candidatura del cineasta, entre las cuales también incluyen al juecismo cordobés.

El secretario general del PSA, Mario Mazzitelli, también confirmó el lanzamiento presidencial de Pino, pero entre las consultas también se preguntó “¿Por qué (la decisión) no se podría revisar en febrero o marzo?”. Una muestra de que la disputa entre quienes proponen al cineasta como aspirante a la Casa Rosada y los que lo prefieren peleando por el sillón de jefe de Gobierno porteño se terminaría de resolver a fines del verano, tras un nuevo análisis del escenario electoral.