El ex presidente del bloque de senadores del PJ, Augusto Alasino, tuvo que abandonar a los apurones una confitería del centro de Concordia, 265 kilómetros al noreste de la capital de Entre Ríos, cuando fue reconocido por un grupo de clientes de ese negocio de lo abuchearon.
El Choclo Alasino –uno de los principales sospechosos de haber cobrado coimas cuando se aprobó la polémica ley de reforma laboral– ingresó sonriente al lugar y saludó con la mano en alto a los presentes. Como respuesta, recibió un prolongado abucheo y silbidos que trató de ignorar mientras apuraba un café. Pero el repudio no cedía, y Alasino decidió abandonar el bar, no sin antes recibir una patada en el trasero que le regaló uno de los parroquianos.
Algo parecido le sucedió al ex senador radical Alcides López, quien tuvo que abandonar la misma confitería que Alasino por exigencia de los clientes del local, quienes lo reconocieron enseguida.
En Paraná, el director de Turismo de Entre Ríos, Víctor Montiel, también tuvo que abandonar un bar de Urquiza y San Martín, en pleno centro de Paraná, cuando fue identificado por un grupo de personas. Montiel es el hijo del gobernador aliancista Sergio Montiel, se dirigió a un baño y tuvo que salir del local con una fuerte custodia policial.