EL PAíS
› EL DIPUTADO DEL PT, ALOISIO MERCADANTE
“No basta soñar y dejar a la derecha gobernar”
El secretario de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores confía en que Luis Inácio Lula Da Silva sea el próximo presidente de Brasil. Dice que el proceso que está viviendo la Argentina repite aceleradamente lo padecido por su país.
Por Eduardo Tagliaferro
Desde Porto Alegre
Suele afirmar que tal vez hoy “los americanos tengamos muchas cosas que enseñarles a los europeos. Pero también los necesitamos”. El diputado Aloisio Mercadante tuvo un rol destacado en las discusiones del Foro Parlamentario Mundial. Además de diputado es el actual secretario de Relaciones Internacionales del PT. Como candidato a vicepresidente, acompañó a Luis Inácio Lula Da Silva en las elecciones presidenciales del ‘94. El Foro de San Pablo, organización que nuclea a los partidos de izquierda, deliberó junto al Foro Social Mundial. Allí acaba de proponer la creación de un Foro Mundial de Partidos Políticos, una nueva Internacional. Tarea abrumadora y harto compleja que muestra que este joven dirigente del PT no se asusta a la hora de los desafíos. Da un ejemplo de ello, cuando en una entrevista exclusiva con Página/12 afirma: “Nosotros queremos gobernar para tener buenos recuerdos de nuestro paso por la tierra”.
–En estos días el PT ha mostrado un discurso muy nacionalista. ¿Está en la voluntad de ustedes revitalizar el Mercosur o lo consideran una experiencia definitivamente terminada?
–Argentina vive una crisis muy intensa, muy concentrada. En un sentido parecida a la crisis del Brasil. Mi país tuvo un default de la deuda externa en 1986, un bloqueo de los activos financieros (un corralito) en el ‘90. La salida de un Presidente (Fernando Collor de Melo) en 1993 y la desvalorización de la moneda en el año 1999. Argentina vivió en una semana lo que nosotros vivimos en 15 años. Son procesos diferenciados, pero que tienen el mismo origen, la misma concepción. Tal vez en Brasil la fuerza de la izquierda del PT, del movimiento social, la densidad política, haya impedido la velocidad del ajuste neoliberal, dándole más oportunidad a la Nación de corregir este grave error, este rumbo. Bajo esas condiciones no es fácil avanzar en una integración regional. Las economías están debilitadas, pero no veo otra alternativa para América latina. La fuerza de Europa viene de su edad, casi medio siglo de negociaciones. Tiene un Parlamento Europeo, tiene un consejo de ministros, tiene una Corte de Justicia. Nosotros estamos en una situación económica muy difícil, pero no tan difícil como la postguerra en Europa. Tenemos estructuras productivas que pueden reaccionar. Por lo tanto podemos hacer más rápidamente lo que ellos hicieron en medio siglo. Creo que sería muy importante para el PT profundizar y ampliar el Mercosur. Incluso ampliarlo a países como Venezuela que quiere incorporarse. Necesitamos tener más fuerza para negociar con los Estados Unidos.
–En este Foro, cuando le tocó hablar del ALCA, el PT se refirió exclusivamente a los intereses nacionales del Brasil. ¿Podrán comprender las demandas de otros países?
–Debemos impulsar una regionalización que respete los intereses sociales, históricos y culturales. La identidad de cada país, de cada pueblo. La propuesta del ALCA no es propiamente una integración, es casi una anexación comercial. Estados Unidos apoyó en la Cámara de Diputados el fast track del que se excluyen los 300 productos en los que la economía americana no es competitiva. No están dispuestos a modificar los subsidios a la agricultura, área en la que América Latina podría crecer mucho ocupando mercados. Por ejemplo, por cada tonelada de azúcar, cada galón de alcohol que nosotros producimos en Brasil, tenemos un costo de 53 centavos de dólar. El impuesto pagado para colocar un galón de alcohol en Estados Unidos es de 53 centavos de dólar. Esto se repite con el jugo de naranja, con la siderurgia, calzado, todos esos sectores tienen barreras proteccionistas. Estados Unidos tiene una legislación antidumping y unaserie de obstáculos comerciales que no están dispuestos a negociar. Como podemos con países que tienen una tasa de interés de 1,75 por ciento anual, que tiene el 76 por ciento del PBI de América, promover una integración sin compensación, sin mecanismos democráticos de gestión, sin ninguna perspectiva de integración en el mercado de trabajo. Porque no habrá cabida para que los pobres trabajen en Estados Unidos. O hay inversión y crecimiento en nuestros países o habrá más desempleo.
–Las Naciones Unidas suelen en abril poner a votación un informe sobre los derechos humanos en Cuba. ¿Cuál es la posición del PT en este tema? Se la harán llegar a Fernando Henrique Cardoso?
–Nosotros estamos en contra de esa posibilidad. Más que un voto en la ONU tenemos que tener una campaña más determinante de suspender el bloqueo, que es una cosa injustificada y además incluir a Cuba en las negociaciones internacionales. Por ejemplo en la propia propuesta del ALCA, de la que están excluidos. El respeto a la autodeterminación de los pueblos es una dimensión esencial para una diplomacia nueva en el continente.
–¿Le propondrán a Cardoso que consensúe esa posición con los países del Mercosur?
–Sí. Esta es una gran posibilidad para el Mercosur. Pasar de un acuerdo comercial para llegar a una perspectiva de integración diplomática común, una intervención coordinada en las negociaciones internacionales. Si estamos juntos tenemos más fuerza, divididos somos débiles. No tenemos otro camino que la unidad latinoamericana. Sería muy importante una posición diplomática común. Habría también que contemplar la propuesta de un Parlamento del Mercosur, con leyes y debates democráticos. Eso incide sobre las decisiones de los gobiernos. Ayuda a controlarlos democráticamente.
–Su partido ha sido víctima de atentados en los que se vislumbra la misma firma que en los años 70 solía estampar la CIA. ¿Considera que los Estados Unidos pretenden desestabilizar la región?
–No sabemos lo que está pasando. Además de los asesinatos de Toninho, Celso Daniel, y el asalto al local de la CUT (Central de Trabajadores), tuvimos por ejemplo casos de intimidaciones con bombas en las casas. O amenazas, por ejemplo yo recibí amenazas por correo electrónico y por carta.
–Qué le decían?
–Decían que me iban a matar. Esto es un pretexto de un grupo del que no se conoce absolutamente nada. Esta escalada contra el PT se mantiene en la impunidad. El año pasado tuvimos 130 mil muertes violentas y 47 mil homicidios. El crimen común se resuelve con políticas sociales, el crimen organizado se enfrenta con un sistema de seguridad eficiente, científicamente preparado y orientado para combatir este tipo de delitos.
–En todos los distritos en los que el PT es gobierno pudo resolver las demandas de los movimientos sociales. No desconoce que está presión crecerá si llegan al gobierno nacional. ¿Podrán resolver esa tensión?
–Tenemos una herencia neoliberal muy perversa. Para que tenga una idea de ello. La deuda pública interna del Brasil era de 62 mil millones de reales cuando Cardoso asumió el gobierno. Ahora es de 638 mil millones de reales. Más del mil por ciento en un período, en el que el 70 por ciento del patrimonio público fue vendido. Además de la deuda externa que se duplicó en este período. Entonces tenemos un pasivo cambiario, fiscal, financiero que disminuye el espacio de maniobra que tiene el Estado para sus políticas públicas. Pero la izquierda siempre fue parte del sueño del futuro y tenemos que continuar soñando con el futuro. Pero queremos tener buenos recuerdos de nuestra militancia. No basta soñar con el futuro y dejar a la derecha gobernar. Es necesario asumir el desafío de gobernar una sociedad sabiendo que todas las utopías y sueños no se realizarán,pero podemos realizar parte de nuestros sueños y resolver parte de nuestros problemas sociales. Brasil está entre los tres países con mayor desigualdad. Brasil no es un país pobre. Es un país de muchos pobres, porque es una sociedad profundamente desigual. Distribuir conocimiento, cultura, ingreso, riqueza puede permitir una sociedad más solidaria y más generosa y esto impulsará transformaciones sociales más importantes a lo largo de la historia. Nosotros queremos gobernar para tener buenos recuerdos de nuestro paso por esta tierra.
–¿Considera que el discurso de Roseana Sarney generará miedo de votar al PT?
–Seguramente los candidatos del gobierno como Serra y Sarney volverán con el mismo discurso del miedo al cambio. Que éste es imposible, que el único camino es el camino que Argentina, Brasil y todos estamos sufriendo. Dirán que éste es el único camino de la historia. Pero éste es un camino fracasado. Pienso que con nuestra crítica al neoliberalismo, nosotros vencemos en el debate, ideológico, político y cultural. Que las cosas de las que hablábamos hace 10 años fueron correctas y en ese sentido la voluntad de cambio está superando los miedos. Nosotros tenemos que tener la competencia política de proponer un cambio que sea viable, sustentable, que sea posible políticamente. La transición del neoliberalismo a otro modelo tiene un costo económico y social que no es pequeño, pero es muy menor que el costo de continuar con este modelo de injusticia. Creemos que esa será la opción de la sociedad.
–Me está diciendo que Lula será Presidente.
–Pienso que será Presidente. En estas elecciones nuestras posibilidades son las mejores de nuestra historia. Nosotros en el ‘89 realizamos una campaña inimaginable, éramos una estructura muy pequeña. Fue una osadía fantástica y llegamos a la segunda vuelta. En el ‘94 y en el ‘98 perdimos las elecciones a manos del neoliberalismo, por la idea de la estabilidad de la moneda, pero del ‘89 al 94, aumentamos nuestra cantidad de votos. Lo mismo sucedió entre el ‘94 y el ‘98. Cuando en el ‘94 fui candidato a vicepresidente de Lula, era un momento muy difícil porque era el inicio del plan real, hoy es otra cosa. La estabilidad es precaria. Hay estabilidad en los precios, pero no en la moneda que varía todos los días. No hay estabilidad económica y social en Brasil
(Con la colaboración de Gladys Balonga.)