”No hay ningún motivo para pedirle la renuncia”, dijo el ministro de Defensa ante los diputados. Horacio Jaunarena se refería una vez más al jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni. En esta oportunidad tuvo que defenderlo ante cinco legisladores que fueron a reclamar la remoción del militar por haber homenajeado al dictador Leopoldo Fortunato Galtieri en su entierro.
Marcela Bordenave (ARI), Ricardo Gómez (PJ), Patricia Walsh (Izquierda Unida), Lucrecia Monteagudo (PI) y Alfredo Bravo (Partido Socialista) se reunieron ayer por la tarde con Jaunarena en el Edificio Libertador. Ante el reclamo de los diputados –todos miembros de la Comisión de Derechos Humanos que fueron acompañados por el asesor Bruno Huck–, el ministro repasó el discurso que leyó Brinzoni en el entierro de Galtieri. Remarcó que duró “sólo 30 segundos” y aseguró que el jefe del Ejército no elogió a la dictadura ni la guerra de Malvinas. También defendió al militar afirmando que la frase “soldado disciplinado”, que Brinzoni le dedicó al dictador, se refería exclusivamente a la última etapa y que significaba que Galtieri no respondía a quienes lo enfrentaban con su condición de represor. Por último, repitió una vez más el argumento de que Brinzoni habló en el sepelio porque estaba “obligado” por el reglamento. “La presencia y el acto en sí mismo fueron ajustados a las reglas militares”, aseguró.
“No es una cuestión de reglamentos, sino de decisión política, se trata de genocidas, pero Brinzoni ni siquiera siguió el camino de la pequeña autocrítica inaugurada por Martín Balza; por el contrario, reivindicó la dictadura”, aseguró Bordenave. Los diputados le recordaron al ministro los extensos antecedentes del jefe del Ejército en señales de apoyo a los militares que participaron en la última dictadura. Mencionaron, por ejemplo, la oposición de Brinzoni a los juicios por la Verdad, su apoyo a los represores que fueron citados en esos expedientes, su rechazo a la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la reunión a la que asistió invitado por militares procesistas. Los legisladores manifestaron que pedirle la renuncia a Brinzoni sería “un acto de valentía para empezar una nueva etapa” y que “hay genocidas, un pueblo que necesita Verdad y Justicia y funcionarios cómplices”. Jaunarena no se dio por aludido. Los diputados esperan ahora una respuesta al pedido de audiencia con el presidente Eduardo Duhalde, ante quien también quieren reclamar la remoción del jefe del Ejército.
Las presencia y las palabras de Brinzoni en el entierro de Galtieri (“un soldado disciplinado”, “su gestión ya está en la historia”) fueron repudiadas por legisladores, funcionarios y dirigentes de organismos de derechos humanos. Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos, el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Servicio Paz y Justicia, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre también exigieron la renuncia de Brinzoni.