En Luján y Perdriel se colocó una placa de homenaje al joven asesinado.
Imagen: DyN.

Para recordar a Mariano Ferreyra a un mes de su asesinato, sus amigos y compañeros de militancia junto a organizaciones políticas y sociales realizaron desde la noche del viernes una vigilia en la esquina de Barracas donde ocurrió el crimen. Los manifestantes llegaron a Barracas con una marcha de antorchas que salió de la estación Avellaneda y recorrió las cuadras que caminaron los tercerizados durante la protesta del 20 de octubre, hasta llegar a Luján y Perdriel, donde los atacó la patota de la Unión Ferroviaria. Terminada la vigilia, colocaron allí una placa.

En el acto, en el que estuvieron algunos familiares de Mariano, hablaron Nelson Aguirre, un militante del Partido Obrero que fue herido el día del crimen, y Marcelo Verterial, amigo del joven asesinado. También un trabajador tercerizado y el titular del PO, Jorge Altamira.

Para cerrar el homenaje, marcharon hasta el Hospital Argerich a modo de respaldo a Elsa Rodríguez, quien continúa internada en terapia intensiva, en estado de coma, con un disparo en la cabeza.

Durante la jornada, el reclamo principal fue que la investigación no se limite a los autores materiales del homicidio, sino que llegue a sus responsables intelectuales. “Como ya lo dijimos varias veces, acá no hubo una decisión de un barrabrava suelto que se zarpó de rosca. Acá hubo un plan y eso está acreditado en la causa judicial”, sostuvo Marcelo Ramal. El dirigente del PO acusó a la Unión Ferroviaria de haber actuado “integralmente reclutando la patota, ya que brindó licencias gremiales a cien trabajadores en los talleres de Remedios de Escalada”. Por otra parte, acusó tanto a la Policía Bonaerense como a la Federal de haber facilitado el crimen. “Hubo tolerancia y entendimiento entre la Policía Bonaerense y la patota, ya que mientras eran agredidos nuestros compañeros, desde los terraplenes los policías también los atacaban, y más tarde, cuando comenzaron los tiros, la Policía Federal abrió sus patrulleros y dejó pasar a los patoteros.”