Hermes Binner, Margarita Stolbizer, Rubén Giustiniani y Víctor De Gennaro en su encuentro de ayer.
Imagen: DYN.

La remota chance de que la Coalición Cívica vuelva el año próximo a formar una sociedad electoral con la UCR, el socialismo y el GEN se esfumó definitivamente en las últimas semanas, cuando los cortocircuitos provocados por Elisa Carrió terminaron de dinamitar los últimos lazos que la unían, incluso con el sector encabezado por el diputado Ricardo Alfonsín. En ese contexto, el presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, su par del PS, Rubén Giustiniani, y la líder del GEN, Margarita Stolbizer, protagonizaron ayer un encuentro que tuvo como principal ausente a la chaqueña y donde se comenzó a instalar el nombre de Frente Progresista, en reemplazo del maltrecho Acuerdo Cívico y Social.

“Nosotros tenemos previsto cuestiones positivas, construir en positivo. Hace bastante tiempo, desde el radicalismo, decidimos dejar de lado cualquier escenario de diferencias porque nos retrasa, nos quita energía y hace tiempo que estamos en un escenario de construcción, cuestiones positivas, coincidencias”, afirmó Sanz, quien desde que asumió como presidente del partido en 2009 mantuvo una interminable cadena de desencuentros con Lilita. El episodio final fue durante el debate del Presupuesto, cuando Carrió acusó puntualmente a Sanz de instrumentar un “nuevo Pacto de Olivos” con el kirchnerismo y ordenar a los legisladores dar quórum en el debate, algo que ya había sido resuelto meses antes tras una peliaguda discusión interna.

Stolbizer, una de las principales impulsoras de archivar las denuncias emanadas por Carrió, coincidió con Sanz y también cuestionó duramente la actitud de Lilita.

Menos terminante fue Giustiniani, aunque por lo bajo varios dirigentes socialistas repudian la actitud destructiva de la chaqueña.

“Las puertas están abiertas y lo que va a definir el ancho de la construcción frentista es el programa”, dijo el socialista. Fue un mensaje también para otros espacios, como Unión Popular, deVíctor De Gennaro, y puntualmente para Proyecto Sur, comandado por Fernando “Pino” Solanas.

De Gennaro estuvo en el encuentro. El diputado y cineasta, en cambio, envió un mensaje grabado en video. Todo un símbolo del nivel de relación que mantiene con esas fuerzas políticas. “Estamos en conversaciones y nos gustaría incluir al partido de De Gennaro y al proyecto que lidera Pino Solanas”, sostuvo Stolbizer, pensando estratégicamente en la provincia de Buenos Aires, donde se la menciona como posible candidata a la gobernación. De Gennaro hizo un guiño en el mismo sentido: “Sabemos lo que no queremos, tenemos conductas acordes, si no, yo no estaría acá”, sostuvo el dirigente de la CTA.

La relación entre el Movimiento de Renovación Nacional –el espacio interno de la UCR que apoya la candidatura de Alfonsín– y Carrió había quedado congelada desde que la chaqueña les envió una carta anunciando su alejamiento del ACyS. A partir del debate del Presupuesto, tanto Alfonsín como el senador Gerardo Morales y el diputado Ricardo Gil Lavedra le reprocharon públicamente sus acusaciones contra su partido y varios dirigentes del Morena dieron por muerta la relación.

El último conflicto fue por la conferencia del radicalismo, en la que anunciaron su voluntad de dar quórum a cambio de modificaciones al proyecto de Presupuesto y que provocó el enojo de la chaqueña. En ese contexto, ayer la UCR, el PS y el GEN salieron a instalar un nuevo nombre para la alianza electoral que compartirán en 2011. “Hay una vacante en la Argentina y ese lugar lo vamos a ocupar nosotros con el Frente Progresista”, sintetizó ayer Sanz.

De todas maneras, la sociedad política que va tomando forma a partir de ahora quedará condicionada por la resolución de la interna radical, donde el vicepresidente Julio Cobos y el diputado Ricardo Alfonsín tendrán un agazapado competidor: Sanz, que hasta ahora había negado su candidatura pero a partir de la caída de Cobos y el estancamiento de Alfonsín no descartó sumarse a la pelea.