La madrugada trae peligrosas sorpresas en el Congreso de la Nación. El diputado Luis Zamora denunció que desconocidos ingresaron a su despacho del noveno piso del edificio anexo y huyeron en forma precipitada cuando se percataron de la presencia del legislador. El diputado de Autodeterminación y Libertad se encontraba casualmente en el lugar buscando documentación para el Foro Social de Porto Alegre, y por lo tanto los intrusos no concretaron sus intenciones y huyeron. Zamora se quejó por la falta de controles de seguridad del edificio legislativo y sospecha que la intromisión haya sido obra de alguien que trabaja allí.
En diálogo con Página/12, el diputado relató que habían ido a cenar con un grupo de compañeros que se apresta a participar del Foro Social Mundial que empieza hoy en Brasil, y antes de regresar a su casa se le ocurrió pasar por su despacho para buscar unos documentos que les quería dar antes que emprendieran su viaje. A las 2.30 de la madrugada entró a su oficina y media hora más tarde escuchó ruidos en el piso superior. Los despachos del anexo son tipo dúplex, con una escalera que comunica por dentro los dos pisos. “Parecían dos o más personas que hablaban, yo grité ‘¿quién anda ahí?’, subí la escalera en dos o tres zancadas y ya no había nadie... se ve que salieron corriendo y dejaron la puerta abierta”, describió el legislador. Al revisar si se habían llevado algo notó que el cuaderno de novedades estaba abierto y roto. “Al parecer lo estaban revisando”, acotó.
Zamora agregó que estuvo averiguando sobre la seguridad del edificio de Riobamba y Rivadavia, y descubrió que por las noches hay solamente tres personas a cargo, una recorre los pisos y sólo una se encuentra en la puerta. “El acceso de Rivadavia estaba abierto de par en par”, se quejó. Zamora contó que buscó al presidente de la Cámara baja Eduardo Camaño pero no pudo encontrarlo, ni recibió respuesta a sus llamadas. Hizo la denuncia administrativa, y luego fue a la comisaría 5ª. La policía tomó las impresiones digitales de la puerta y de la llave de luz. La investigación quedó en manos del juez Norberto Oyarbide. El diputado piensa que los desconocidos buscaban documentación sobre algunas de las investigaciones que está haciendo, aunque admitió no tener ningún elemento secreto ni de especial valor. Y sospecha que puede haber sido alguien de dentro del edificio. “Es raro, ni los guardias ni una mujer que duerme ahí vieron nada, nadie vio salir a nadie”, indicó.