“Ojalá Dios me perdone porque yo me voy sin haber perdonado a los que me hicieron daño.” La frase fue escrita por la diputada Martha Meza en una de las cartas que dejó antes de suicidarse. Página/12 quiso saber a quiénes se refería la legisladora que hace ocho años afirmó haber tenido un hijo con Carlos Menem. “Ella dice que el daño lo recibió del propio padre de su hijo”, explicó Adriana Bermani, hija del primer matrimonio de Meza, en alusión al ex presidente y actual candidato. Y ratificó lo que ya le habían dicho a este diario Carlos Nair y el viudo de la legisladora formoseña: “En los últimos tiempos estaba obsesionada con el juicio de filiación que Carlos Nair le inició a Menem para reclamarle el apellido. Entre las misivas también había un detalle de los bienes que les dejó a los hijos, pero Bermani desmintió que se trate de una importante herencia. Este diario confirmó que el juez que investiga la muerte de la diputada secuestró un arma en su casa de Pirané, pero la hija aseguró que la tenía “desde hace tiempo por seguridad y la llevaba encima”.
Bermani es abogada y ejerce su profesión en Pirané. En diálogo con Página/12 explicó que su madre dejó varios mensajes, no recuerda si fueron siete o más, y no puede dar precisiones porque los leyó cuando habían pasado pocas horas del suicidio. Ahora las tiene el juez Elio Aranda. En la caja fuerte había un cuaderno en el que Meza solía escribir. Algunas veces la vio hacerlo Carlos Nair, el hijo que ella aseguraba había nacido de su relación sentimental con Menem cuando el ex presidente estuvo detenido en Las Lomitas durante la dictadura. Ese manuscrito también está en manos de la Justicia.
Meza tomó un cóctel de alcohol y plaguicida el viernes 10 y falleció el domingo 12. Cuando ya estaba en una clínica de Formosa, sus hijos ingresaron a su dormitorio y encontraron un mensaje en el que les indicaba que vieran a su amigo Antonio Orué, un maestro de Las Lomitas, porque él tenía unas cartas para ellos. Bermani cree que su madre pensaba quitarse la vida en el cementerio, ante la tumba de su abuelo Modesto Meza, fallecido hace seis años. Pero la abuela sospechó algo y cuando la diputada visitó el panteón, el miércoles 8, insistió en que la acompañara Orué. “Nunca pudo superar esa pérdida, creo que fue uno de los motivos de su decisión”, comentó la mujer a este diario. ¿Cuáles fueron las otras causas? “Supongo que varias, pero seguro que también influyó la presión por el juicio, veía que se le iba la vida en eso, pasaban los días, Carlos estaba ansioso y ella sentía mucha impotencia porque no podía ir y zamarrear al juez”, completó Bermani.
Carlos Nair y Antonio Dorrego, marido de Meza e intendente de Pirané, habían manifestado ante Página/12 que la diputada estaba “agobiada por las presiones políticas y judiciales”. La hija coincidió con ellos. “Les dijo a jueces y políticos que no se olviden que tienen hijos”, comentó. Pero puso énfasis en la actitud de Menem al no haber aceptado darle el apellido a Carlos Nair. “Tras 18 años de haberlo reconocido a través de actitudes, después de haberlo llamado para verlo cada vez que estaba deprimido, es muy duro que haya salido a decir que es hijo de un carpintero, y a ella le dolía mucho verlo a Carlitos sufrir sin poder lograr su objetivo”, explicó. “Al principio no comprendíamos por qué a él le afectaba tanto, pero los psicólogos nos explicaron que el tema de la identidad causa graves trastornos”, agregó.
Aun antes de revelar su secreto, Martha Meza había denunciado haber sido amenazada por el entorno menemista. Incluso se autoexilió en Paraguay y durante algunas épocas tuvo custodia para ella y su hijo. Página/12 quiso saber si en los últimos meses se había producido algún episodio similar. Carlos Nair tomó entonces el teléfono para responder, desde su casa en Pirané: “Mi mamá me contó que recibió algunas llamadas y que alguien en el Congreso le dijo que no insistiéramos con el juicio”. Este diario preguntó de dónde provinieron las intimidaciones. “Hace años Emir Yoma le ofreció ami madre que yo desapareciera, que me llevaban a España. No creo que ahora venga directamente de mi papá pero quizás sí de esas mismas personas que tiene al lado. Hay intereses...”, respondió Carlos Nair. “Pero ahora, después de todo esto, ya estoy jugado así que voy a seguir, caiga quien caiga”, aseveró.
La hija también quiso aclarar que “no hay ninguna herencia en juego”. Y describió lo que Meza le dejó a ella, a su hermano Luis y a Carlos Nair: un campo de 586 hectáreas en Las Lomitas, que le había regalado su padre, la casa familiar de Pirané y una camioneta 4x4 modelo ‘96. “Nos sugirió que vendamos todo y emprendamos algún negocio si así lo queríamos”, relató Bermani.