EL PAíS
› MAS DE CIEN MIL PERSONAS EN PORTO ALEGRE AL COMENZAR EL FORO SOCIAL
En marcha para que otro mundo sea posible
Con delegaciones de todo el mundo se realizó ayer en Brasil una multitudinaria marcha por la paz, previa al comienzo del Foro Social. El presidente Lula hablará hoy.
Al mismo tiempo, en la localidad suiza de Davos comenzó el Foro Económico Mundial, con empresarios, gobiernos y representantes de organismos financieros.
› Por Eduardo Tagliaferro
Desde Porto Alegre
Gente negra, gente blanca, gente con banderas palestinas, gente con banderas israelíes, gente con banderas rojas del PT, gente con banderas cubanas, con turbantes, con túnicas hindúes, gente campesina, gente de las ciudades, gente desocupada, gente de los sindicatos, gente por todos lados, gente, gente y más gente fue la que desbordó las calles de Porto Alegre dando color a la tradicional marcha que recorre los más de 4 kilómetros que van del Mercado Público hasta el anfiteatro Por do Sol y que suelen marcar el comienzo del Tercer Foro Social Mundial. Cada uno con su consigna, cada uno con su bandera, en grupos y en forma solitaria, más de 100 mil manifestantes se agruparon detrás de la consigna que nuclea a los movimientos contra la globalización neoliberal y que sostiene que “otro mundo es posible”.
Si la música no se creó en Porto Alegre, merecía haber sido así. A media tarde de ayer, cuando la manifestación todavía no había comenzado su marcha, desde el corazón del centenario Mercado Público se escuchaban los cánticos del coro Tambores de la Paz. Cantando a capella, tomados de las barandas del primer piso del legendario mercado en el que los puestos de condimentos conviven con los vendedores de yerba, dulces, mates, chacinados y pequeños restaurantes, todos vestidos de blanco, los integrantes del coro eran dirigidos, sin batuta, por la directora musical. Reclamaban una “alianza por un mundo responsable, plural y solidario”.
La gran cantidad de banderas palestinas sólo podían contrastar con las que llevaban estampadas la estrella de David. “Brasil tiene hambre de derechos. Paz”, indicaba la inscripción que en sus remeras rojas llevaban un grupo de mujeres negras. Lejos de ser una más, la consigna pone de relieve el momento político que se vive en la patria de Lula. Desde los costados de la rúa Borges de Medeiro muchos vecinos saludaban a la congregación agitando sus consignas o batiendo palmas.
De uno de los tantos camiones con poderosos equipos de sonido desde los que cada columna quería imponer sus consignas se dio uno de los más sutiles y políticos cruces que marcaron la marcha. Un grupo de manifestantes enrolados en la Liga Internacionalista del trotskismo adherido a la Cuarta Internacional le reclamaba al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva que convocara cuanto antes a un plebiscito contra el Area de Libre Comercio (ALCA) impulsado por los Estados Unidos o que no fuera a Davos, donde se reúne el Foro Económico Mundial, ya que allí “el imperialismo decide esclavizar a los pueblos latinoamericanos”. Desde los costados de la marcha, donde se ubicaba el público local, y desde los agrupamientos que estaban delante de esta columna se les respondió con la repetida consigna de campaña: “Brasil urgente: Lula Presidente”, o con el clásico “olé, olé, olá Lula, Lula”. El contrapunto persistió durante varios tramos de la marcha.
En la cabecera central estaban el ex gobernador de Rio Grande do Sul y actualmente ministro de las Ciudades de Brasil, Olivo Dutra, el ex prefecto de Porto Alegre, hoy secretario de Desarrollo Económico y Social, Tarso Genro. También se pudo ver además de los integrantes del comité internacional organizador del Foro Social Mundial, a Miguel Rosseto ex vicegobernador del Estado y hoy ministro responsable de la Reforma Agraria, al senador Aloisio Mercadante, a la ministra de Políticas para la Mujer Emilia Fernández y a Raúl Pont, ex prefecto de la ciudad y recientemente elegido diputado estadual de Rio Grande.
“El Foro es cuanto de bueno hay en el mundo”, dice a este diario Luca Nencimi, un joven romano que por primera vez participa del FSM. La historia de Nencimi es la de muchos de los participantes que ayer desbordaron las calles. El año pasado los concurrentes al encuentrollegaron a los 60 mil, superando largamente los 20 mil del primer año. Pero en esta edición se espera la participación de cerca de 120 mil. La cifra por sí sola da cuenta de los nuevos concurrentes y de la expectativa que el encuentro despierta en puntos muy distantes del planeta.
Con su bandera artiguista cruzada por una estrella del PT, León Lapunov, un joven uruguayo de Paysandú, también participa por primera vez. Mucho más cauto que las contundentes consignas que se irradiaban desde los camiones de la izquierda más radical, este uruguayo espera que desde el cónclave “salgan propuestas concretas y positivas para terminar con la injusticia”.
La paz es la consigna más repetida y reclamada por los participantes. Cada uno de los grupos intenta darle un toque típico a su paso por las calles gaúchas. El comité africano está encabezado por mujeres. Cada una de ellas tiene un color distinto, desde la menuda que con un turbante amarillo sostiene el estandarte, hasta la india que con sus ropas naranja parece marcar su adhesión a alguna religión oriental. Todo matizado con vestimenta en rosa, verde amarelho y blanco. Su saludo a las cámaras televisivas que las registran es también universal: los dos dedos en V. Desde todas las banderas, desde todas las remeras, el rostro de Ernesto “Che” Guevara señala que venceremos o “hasta la victoria siempre”. El que desde su inmortal retrato con los pelos al viento debajo de su boina ya venció al tiempo, al olvido y hasta derrotó a quienes hoy lo levantan como bandera y ayer lo denostaban. Al cierre de esta edición Lula había arribado a Porto Alegre. Mañana será el orador central en el anfiteatro Por do Sol, con capacidad para más de 1500 concurrentes. Cifra que seguramente será superada.
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