EL PAíS
› CRITICO DOCUMENTO DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS
“Una comisión de la verdad”
› Por Washington Uranga
Durante una reunión celebrada ayer por la mañana en la Casa Rosada, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) le propuso al presidente Eduardo Duhalde la creación de “una Comisión de la Verdad cuyo objetivo sea investigar, analizar y pronunciarse sobre las causas que han llevado a nuestra nación a la ruina”. Según los representantes evangélicos, “la Comisión estaría formada por personas de intachable trayectoria y prestigio nacional y no vinculadas a ninguno de los poderes del Gobierno”. La propuesta está contenida en un documento que lleva la firma del reverendo Rubén Proietti, en su calidad de presidente, y del doctor Norberto Saracco como vicepresidente. La Aciera, que expresa a una parte de los fieles cristianos evangélicos de la Argentina, afilia a 131 instituciones religiosas que “representan a 10.100 congregaciones con más de dos millones fieles” y forma parte del Consejo Nacional Cristiano Evangélico (CNCE), la organización debajo de la cual se nuclean todas las corrientes cristianas evangélicas del país.
En el documento que le fue entregado a Duhalde los miembros de Aciera coinciden con el presidente en que “estamos en una crisis de características terminales” pero advierten que “no hemos llegado a esto por incapacidad o impericia de quienes gobernaron, sino porque hubo quienes usando su poder político o económico han institucionalizado la injusticia y la impunidad y han saqueado nuestros recursos”. Las entidades evangélicas denuncian también que “no vemos en la clase política y dirigentes actitudes de renunciación” porque “se mantienen privilegios vergonzosos y luchas por espacios de poder que empujan al abismo a esta nación y son una afrenta para la sociedad. Tenemos que decirlo: siguen rodeando a la política prácticas mafiosas”, se subraya en el documento.
En otra parte de la presentación se hace también una crítica severa a la metodología del Dialogo Argentino convocado por el gobierno y animado por la Iglesia Católica. “Nos llama la atención el hecho –dice Aciera– de que salvo algunas invitaciones aisladas y desprolijas el pueblo evangélico no haya sido convocado a participar en la mesa del Diálogo Argentino. Honestamente no creemos que fue un descuido, sino que es consecuente con la actitud discriminatoria y displicente con que los gobiernos se han relacionado con la iglesia evangélica”.
Por otra parte en Rosario se encuentra reunido desde el domingo el 17º Seminario de Formación Teológica, una iniciativa que cada verano reúne a cristianos de distintas denominaciones bajo la perspectiva de la “opción por los pobres”. Con la asistencia de más de setecientas personas de todo el país el encuentro se desarrolla bajo la consigna “¡Basta! Dignidad y vida en la opción por los pobres... ¡para ponernos de pie!”. El lunes, a pedido de la Mesa Coordinadora del Diálogo Argentino llegaron hasta el Predio Ferial Parque Independencia de Rosario donde sesiona el seminario, una delegación que integraban entre otros el diputado José María Díaz Bancalari y el obispo Jorge Casaretto. Los representantes del Diálogo Argentino expusieron las motivaciones de la iniciativa que están impulsando y tras la reunión la coordinación de los Seminarios emitió un comunicado en el que expresa “su convicción para la búsqueda colectiva de caminos de salida de la actual crisis”. Piden, sin embargo, “señales claras” del Gobierno respecto de “quién va a pagar los costos del despojo” y respecto de la “transparencia e independencia” de la Justicia.
En el mismo texto se advierte que “la representación en la Mesa del Diálogo no debería ser exclusivamente de obispos de la Iglesia Católica, sino dar cuenta de la pluralidad religiosa de nuestro país”, solicita que la participación de los obispos católicos “ratifique con claridad la opción por los pobres”, demanda la reformulación de los planes asistenciales y pide “una respuesta positiva a la Consulta Popular”realizada en diciembre pasado en favor de un seguro de empleo y formación para los más pobres.