EL PAíS
› EL GOBIERNO QUIERE “MEDIAR” CON EL MENEMISMO
Paños fríos en la interna
El secretario general de la Presidencia, José Pampuro, busca abrir una instancia de negociación para que todo el PJ acepte el sistema de “neolemas” aprobado por el congreso partidario.
Pasado el fallo de la jueza María Servini de Cubría, el congreso nacional del PJ del viernes que no acusó recibo y aprobó igual la propuesta de los neolemas para la elección de abril, el Gobierno quiere inaugurar ahora la etapa de la “mediación política”. Así lo explicó ayer el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, aunque no se mostró muy dispuesto a ceder posiciones en esa potencial negociación con el menemismo: dijo que el resultado del hipotético acuerdo sería que pudieran presentarse tres candidatos a presidente por el justicialismo en las elecciones del 27 de abril. Es decir, sacar por las buenas lo mismo que el congreso de Lanús votó en medio de un escandalete.
Ahora que los hechos están consumados, en el peronismo saben que tendrán que esperar un tiempo hasta que la Justicia resuelva sobre la legalidad de lo actuado por las autoridades partidarias. Servini falló el jueves que el congreso que se reuniría al otro día debía abstenerse de suspender las internas y consagrar un sistema de neolemas. El PJ apeló la sentencia en la mañana del viernes y por la tarde el congreso nacional sesionó como si nada. Servini aceptó la apelación, con lo que ahora será la Cámara Nacional Electoral la que resuelva en segunda instancia.
Acá se entraría en una nueva etapa de la judicialización de la interna que podría llevar quien sabe cuántos días. Porque se cree que la Cámara podría revertir el fallo de Servini, acorde a su postura histórica que aconseja a los jueces no inmiscuirse en los conflictos internos de los partidos políticos. Si así fuera, al menemismo todavía le queda la carta de acudir en recurso extraordinario a la Corte Suprema, una instancia que le suele deparar alegrías.
Lo que ocurre es que para las elecciones faltan nada más que tres meses y ese recorrido judicial de duración incierta podría derivar en otra situación no querida por los seguidores del ex presidente: que se suspendan las elecciones de abril, con lo que todo el proceso electoral se pasaría para octubre. De ahí que el Gobierno haya salido a hablar de una negociación.
“La situación ahora está trabada. Creo que habrá una etapa judicial que no va a resolver las cosas, por lo que habrá que iniciar un proceso de mediación política para buscar una salida a este tema”, propuso ayer Pampuro, en diálogo con la agencia DyN. “En base a los planteos que se hicieron, habrá que conversar sobre la posibilidad de que los tres candidatos –Carlos Menem, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá– lleven identificación del PJ y hacer entonces un acuerdo”, agregó.
Durante el fin de semana, Eduardo Menem, hasta hace poco el más talibán de los menemistas, admitió que en los próximos días podría abrirse una instancia de diálogo. “Iremos a una elección cualquiera sea el sistema”, reconoció el hermano del ex presidente, dando a entender que no visualizaba un horizonte de fractura dentro del dividido PJ.
El secretario Pampuro evaluó alternativas para poner en práctica el sistema de neolemas, de manera de permitir la diferenciación de los tres candidatos. Por ejemplo, que a la denominación de base se le permita ponerle un agregado propio para cada candidato. De esta forma, una lista sería “justicialismo auténtico” y otro “justicialismo renovador”.
No obstante, de acá a que empiecen las negociaciones, si es que alguna vez comienzan, será tiempo de las declaraciones de guerra. Ayer, el ex funcionario menemista Alberto Kohan insistió en que el sistema de neolemas sólo puede servir para debilitar al justicialismo. “Lo único que fomenta es la división. Es la forma que encontraron para no ir a una interna que consagraría a un solo candidato. Es impotencia política”, consideró.
Por otro lado, el menemista correntino Rodolfo Martínez Llano anticipó que solicitará en la Justicia la nulidad del congreso de Lanús y la suspensión de los efectos de todas las decisiones tomadas con relación a la interna del PJ, hasta tanto no quede resuelta la cuestión de fondo que se discute. Eso, claro, si antes no llega el momento de sentarse a conversar y dejar las apelaciones para otra ocasión.
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