“El 3 de febrero en todo el país vamos a decir basta, nos vamos a parar en la ruta y no nos moveremos, porque la solución tiene que venir del Presidente y no de otra autoridad”, se quejó Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista Combativa (CCC), luego de que ayer este movimiento piquetero realizara cortes de rutas y calles en todo el país y que la reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo quedara en nada. Duhalde replicó que ya les había hecho saber a los piqueteros que “ya va siendo momento de ir pensando en otra forma de manifestarse”.
Si bien los manifestantes tenían la intención de hablar con el presidente Eduardo Duhalde, la encargada de dialogar con los dirigentes piqueteros fue la viceministra de Trabajo Noemí Rial, a quien le entregaron el petitorio con todos los reclamos. Al conocerse el resultado negativo del encuentro, Alderete se enojó. “Duhalde toma decisiones para jodernos más la vida a nosotros, hay una interna feroz en el gobierno nacional, porque cuando un intendente responde a Carlos Menem, desde acá sacan a los beneficiarios”, aseguró.
La protesta llevada a cabo por la CCC, la Federación Tierra y Vivienda (FTV) y Movimiento Teresa Rodríguez, tuvo tres objetivos: la reactivación económica de las fábricas recuperadas por sus obreros, el aumento de cupos de los planes de Jefas y Jefes de Hogar Desocupados para que se incluya a los ancianos y jóvenes sin empleo y la duplicación de los montos de los que ya reciben la ayuda para que llegue a 300 Lecops. Los manifestantes denunciaron la baja de 250.000 entre la CCC y la FTV y el MTR. Ayer Alderete sugirió que intentarán acercar fuerzas con otros sectores piqueteros, pero rechazó de plano la posibilidad de juntar voluntades con Raúl Castells, del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, al que acusan de tener “acuerdos” con el Gobierno.
A la tarde temprano, Duhalde había afirmado que los piqueteros realizan estas protestas porque tienen “intenciones electorales” y vaticinó su progresivo “desmembramiento”. Asimismo rechazó que hubiera irregularidades en la distribución de los planes sociales y sostuvo que se convocó a las organizaciones piqueteras a dialogar “a partir de febrero”. Alderete no se quedó atrás y le contestó al Presidente que “cuando el hambre es ley, la rebelión es justicia, y nosotros nos vamos a rebelar, porque se nos están muriendo los chicos y los abuelos por falta de alimento”, le contestó Alderete. Asimismo, llamó a “luchar contra estos poderosos con las manos abiertas, es saber que nos pueden quebrar dedo por dedo, lo vamos a hacer a puño cerrado”.
La protesta fue fuerte en todo el país, pero en la Ciudad de Buenos Aires se concentró la mayor cantidad de manifestantes. Alrededor de ocho mil piqueteros permanecieron concentrados frente al Ministerio de Desarrollo Social mientras se llevaba a cabo la reunión con la funcionaria, y luego se trasladaron a la sede laboral, en Leandro Alem 650. Los cortes de rutas y calles también fueron fuertes en Salta, Tucumán, Jujuy, San Juan, Mendoza, Entre Ríos, Misiones, Córdoba, Chaco y Neuquén, además de las ciudades de Mar del Plata, Ushuauaia, Rosario y Santa Fe.