Jue 27.01.2011

EL PAíS  › POR EL CASO DEL AVIóN CON COCAíNA DECLARARON 18 CIVILES QUE TRABAJAN EN LA BASE AéREA DE MORóN

Los empleados dicen que no vieron nada

El juez Catania les tomó declaración a miembros de la ANAC y hoy comenzará a hacerlo con oficiales de la Fuerza Aérea. Página/12 reveló ayer que un informe español indica que la cocaína estaba escondida en el piso del avión y que la carga se hizo en Morón.

› Por Raúl Kollmann

Ya suman 18 los integrantes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) que pasaron por el Juzgado en lo Penal Económico a cargo de Alejandro Catania y, en forma coincidente, dijeron que no vieron nada raro alrededor del avión Bombardier Challenger que llevó los 944 kilos de cocaína a Barcelona. A partir de hoy empiezan a declarar los 18 oficiales de la Fuerza Aérea también destinados en Morón. Ayer, el adelanto exclusivo de Página/12 sobre la existencia de un informe extraoficial español dirigido a las autoridades argentinas conmocionó la investigación. Tanto en el nivel de la Justicia como en el del Poder Ejecutivo. El informe indica que la cocaína se encontró acondicionada en el piso del avión y que la carga se hizo en Morón, por lo que las miradas se centran todavía más en la Base Aérea cuyo jefe, el comodoro Jorge Ayerdi, fue desplazado el lunes. En el juzgado de Catania tienen igualmente acreditado que –como señaló este diario– el avión fue traído a la Argentina por los dos hermanos Juliá, pero también por Matías Miret. Y en el vuelo desde Fort Lauderdale estaba la esposa de Miret, Agustina María Conil Paz. No obstante, la clave de la pesquisa está en España, donde constan las declaraciones de todos los involucrados, pericias químicas de la droga y, supuestamente, escuchas telefónicas. Del grueso de esas evidencias, más las que pueda recabar la Justicia argentina, saldrán las imputaciones puntuales.

En el gobierno nacional nadie admite todavía que se recibió el informe extraoficial de las autoridades españolas, pero en Barcelona sostienen que ya lo entregaron y que, como mínimo, tiene que haber llegado un adelanto a Buenos Aires. El texto suma precisiones: se tuvo que levantar el piso, las alfombras y sacar los asientos para embutir la droga. Sin que expliquen cómo llegaron a la conclusión, los españoles también afirman que la carga se hizo en Morón. El último trascendido del informe realizado en Cataluña indica que, al menos hasta el momento, las evidencias hacen responsables a los tres hijos de los brigadieres. En el Poder Ejecutivo, se ocupa del caso el Ministerio de Seguridad. La titular de la cartera, Nilda Garré, desde el principio tiene la mirada puesta en la Base Aérea de Morón, aunque también percibió desajustes en los controles en Ezeiza.

Los 18 integrantes de la ANAC que estuvieron ante el juez Catania y su secretario letrado, Martín Castellano, reiteraron que desde los lugares que ellos ocupan en el aeródromo –la torre de control y la oficina de planes de vuelo– no pudieron ver nada. El Bombardier estaba estacionado en una plataforma que, según ellos, quedaba lejos de su vista. Los empleados, que son civiles, también reiteraron que en Morón no existía ningún organismo encargado de controlar las cargas, por lo que no hubo revisación de la aeronave. De todas maneras, queda el interrogante de si no debió descubrirse la cocaína cuando se ingresó a la base, siempre y cuando se confirmen los pormenores del informe extraoficial que viene de España.

Durante la jornada de hoy empezarán a declarar los 18 oficiales de la Fuerza Aérea que revistan en Morón. Una parte está citada para mañana, otra para el lunes, pero un grupo concurrirá esta mañana al juzgado. La pregunta clave será la misma: si vieron algo. Pero también el juez y su secretario intentarán develar cómo se ejercieron los controles en la puerta principal, a cargo de los oficiales de la Fuerza Aérea.

El juzgado está reconstruyendo todos los movimientos del avión, desde que llegó a la Argentina hasta que despegó desde Ezeiza a Cabo Verde y luego a Barcelona. En el expediente ya se confirmó un adelanto de este diario: que en el vuelo que trajo el Bombardier Challenger a la Argentina, desde Fort Lauderdale, pasando por Aruba, estuvieron al comando Eduardo y Gustavo Juliá, pero también Matías Miret. Y en la lista de pasajeros figura incluso la esposa de este último, Conil Paz. Esa no es una evidencia decisiva respecto de la responsabilidad de Miret, quien sostiene que fue engañado por los Juliá, pero ratifica que no es cierto que sólo tuvo relación con el avión en el último viaje, a Barcelona. Miret trajo el Bombardier y además estuvo en un vuelo anterior de Medical Jet al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra.

En la lista de pasajeros de ese viaje figuran dos personas sospechadas de proveer cocaína: John Wilson Díaz Vélez, colombiano, y Daniel Amitrano, argentino, son investigados por el juez Marcelo Aguinsky como presuntos proveedores de la droga que estaba por enviar a Cancún la organización que tuvo como supervisora a la modelo colombiana Angie Sanclemente. En el juzgado de Catania afirman que por ahora no tienen bajo análisis aquel vuelo a Santa Cruz de la Sierra porque se espera el informe oficial de la Justicia española. Si desde Barcelona se indica el origen de la droga –todo hace pensar en Colombia– y puede tener relación con el vuelo a Viru Viru, lo estudiarán más de cerca.

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